Cumple el sueño de su abuela Teresa: Ver el mar por 1ª vez
- A los 94 años, Teresa solo tenía un sueño: ver el mar, y su nieta, la influencer brasileña Tatiana Van Campos, lo ha hecho realidad
- En el vídeo, ya viral, aparecen Teresa sentada en una silla de plástico roja y Tatiana arrodillada delante de ella, compartiendo lágrimas de alegría
- El vídeo que ha colgado en Instagram la influencer incluye una sincera y preciosa declaración de amor hacia su abuela
A sus 94 años, Teresa solo tenía un sueño: poder llegar a ver el mar de cerca. Ahora, y gracias a su nieta, el deseo de esta anciana brasileña se ha cumplido. La podemos ver sentada en su silla de plástico, disfrutando como una niña del contacto con el agua, con el sol y con la arena, pero sobre todo con su nieta. Las dos, emocionadas, chapotean y lloran, ríen y sea abrazan, en un vídeo que pone los pelos de punta hasta al más remilgado, y que ha llegado a dar la vuelta al mundo.
Su nieta, la influencer Tatiana Van Campos, una de las figuras públicas de Brasil con cientos de miles de seguidores, ha sido la autora de este espectáculo tan íntimo y familiar, que ha regalado a sus agradecidos y entusiasmados seguidores, quienes no han dudado en llenar los comentarios de bendiciones a su ídolo: "¡Dios mío, qué momento tan sublime! Los abuelos son la bendición de Dios en la vida de los nietos", o "Eres un ser de luz, Dios te proteja y bendiga por tener esta hermosa sensibilidad y amor por el prójimo", han sido algunos de los comentarios qué más han llamado la atención.
Pero no han sido los únicos, y es que la propia Tatiana escribió: "Hoy he hecho realidad el sueño de mi abuela, quien a sus 94 años nunca se había bañado en el mar. Estoy demasiado emocionada, ya que Dios es perfecto. Padre, gracias por proporcionar este precioso momento en nuestras vidas", escribía la influencer, terminando con un mensaje dirigido especialmente a Teresa: "Abuela mía, todas las declaraciones de amor por ti las hago en vida, porque así es como mereces recibir flores, en vida. Te amo más allá del infinito. Te amo, abuela, te encantó ver el mar y te encantó el baño y eso nunca lo olvidaré. Gracias, Dios".