Tras llegar a España en patera, Billi ahora ayuda a menores inmigrantes
Él mismo reconoce que, cuando vino, "no tenía miedo. No lo sientes. Ahora cuando lo piensa, es cuando el miedo le recorre el cuerpo".
Han llegado a las costas de Canarias más de trescientos inmigrantes. Entre ellos hay muchos menores de edad. La situación es incierta al no haber espacio suficiente para todos. Los centros de acogida de menores enfrentan una situación compleja. Son sitios con capacidad para 25 personas, donde ya hay 37. Las condiciones no son ideales, además de que disponen con un centro sanitario saturado. El coordinador de la Asociación Coliseo, Pedro García, ha confesado que "o tenemos espacio físico y, sobre todo, un espacio en el que estén bien. La ruta Canaria ya no es un lugar de paso, es el destino. Y no siempre es el paraíso que esperan." La falta de literas se ve con la llegada de nuevos migrantes, que solucionan con colchones en el suelo.
Billi es un ejemplo de esperanza. Llegó a España siendo menor de edad. Conoce los riesgos que han enfrentado para llegar a Canarias. Ahora ayuda a los niños del centro. Él mismo reconoce que, cuando vino, "no tenía miedo. No lo sientes. Ahora cuando lo piensa, es cuando el miedo le recorre el cuerpo".
Arriesgan su vida en peligrosas travesías. Muchos lo hacen sin ser conscientes de los riesgos por la esperanza de alcanzar una vida mejor para ellos y sus familias.
La realidad es cruel. Llegan con la idea de trabajar y enviar dinero a sus familias, pero cuando llegan se encuentran con muchos obstáculos que enfrentan con ganas.
Billi reflexiona que "Aquí estamos para aprender, si trabajo voy a seguir estudiando. Estás aquí con gente de diferentes países y aprendes cosas. Ellos tienen mucho que enseñar también. Y todos pueden aprender algo."