domingo. 24.11.2024

Jimy es un hombre senegalés de 55 años de edad que este fin de semana veía como su quiosco en el que lleva trabajando más de 30 años quedaba reducido a cenizas por un acto vandálico. Jimy acude desde hace años a la misma esquina sevillana, situada entre el barrio de Triana y el de Los Remedios para vender a sus vecinos bolsos, cinturones, gafas y demás complementos.

Este mismo fin de semana, entre las cuatro y las cinco de la madrugada, su quiosco se quemó en un incendio provocado por unos vándalos en los que también quemaron papeleras y demás mobiliario urbano. A Jimy le produjo unas perdidas de más de 5.000 euros, pero quiere dejar claro que el acto no se trata de racismo sino de vandalismo.

Sus vecinos siempre le han acogido con mucho cariño y después de tantos años, para ellos Jimy y su familia ya son unos más del barrio. A pesar de ello, el senegalés todavía no se cree la enorme acogida y la ola de solidaridad con lo que la gente esta apoyándolo. Tras montar una campaña para recaudar fondos, la gente se ha volcado en él y ya lleva más de 10.000 euros recaudados para poner en marcha otra vez su pequeño quiosco.

Además, Jimy también ha recibido la aportación de 1.300 euros de parte de la Jefatura Superior de Policía que trabajan muy cerca de donde está ubicado el quiosco del vendedor. El hombre ha querido agradecer el enorme cariño que tanto sus vecinos como la gente de Sevilla le ha demostrado durante todo este tiempo.

La Policía de Sevilla que conocía a Jimy, decidió poner en marcha una campaña de recogida a través de Bizum y la respuesta no se ha hecho esperar, 1.300 euros que los agentes ya han hecho llegar a Jimy para que pueda volver a montar su quiosco.

“Todas las generaciones de policías han tenido contacto con él. Desde bien temprano montaba su puesto y estaba en él hasta última hora de la tarde. Ha sido un claro ejemplo de trabajador y buena persona. Es un reconocimiento a esos treinta años de compromiso que él ha tenido", aseguran agentes de la Jefatura Superior de Policía.

"Empezaré a montar otra vez el puesto con la ayuda que he recibido. Es mi vida. Llevo unos treinta años aquí. Conozco a gente que iba al colegio con su madre y ahora trabaja", asegura Jimy.

“Muchísimas gracias a todos. Esto ha sido algo increíble. Jimy quiere agradecer a todo el mundo que lo está ayudando, se ha emocionado con lágrimas porque repite continuamente que no sabía que tanta gente lo pueda querer. Esta semana empezaremos con los trámites necesarios con la plataforma para entregar vuestras donaciones”, ha asegurado el precursor de la campaña de Crowfounding para salvar el quiosco de Jimy.

La solidaridad se vuelca con Jimy: más de 10.000 euros recaudados para rehacer su...