Permitir a un menor conducir por encima de los 160km/h mientras su padre graba la imprudencia, sobrepasar los 220km/h en autopista o realizar un adelantamiento en una curva a gran velocidad son solo algunos de los casos más llamativos de temeridades reales al volante por exceso de velocidad. Pero no son los únicos.
La realidad es que la velocidad sigue siendo un gran problema para la seguridad vial en España, ya que el 38% de los conductores andaluces reconoce que incumple habitualmente los límites, una tendencia que cada vez va a más. Además, una parte importante de los automovilistas aún no han desterrado los comportamientos temerarios cuando se ponen al volante. De hecho, casi 200.000 andaluces confiesan que ha llegado a circular por encima de los 200 km/h en vía interurbana y otros 417.000 que lo han hecho a más de 100 km/h en ciudad. O dicho de otro modo: cerca de 617.000 andaluces podrían haber cometido un delito contra la seguridad en el tráfico sin saberlo.
Estos comportamientos tienen una consecuencia alarmante: en la última década se registraron en España más de 100.000 siniestros por imprudencias relacionadas con la velocidad que causaron más de 150.000 víctimas y casi 4.500 muertos. Además, 1 de cada 4 fallecidos en carretera murieron por un exceso de velocidad, una conducta muy peligrosa que multiplica por siete el riesgo de morir como conductor en caso de accidente.
Estas son algunas de las conclusiones del estudio “Velocidad, la lacra silenciosa. El exceso de velocidad en los accidentes mortales en España (2011 – 2020)”, elaborado por la Fundación Línea Directa en colaboración con el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia (INTRAS). El informe pone el foco en la velocidad como uno de los factores más habituales y letales en los accidentes de tráfico, para advertir sobre sus riesgos y efectos y concienciar a la sociedad española de la gravedad de determinados comportamientos.
Según palabras de Mar Garre, Directora General de la Fundación Línea Directa “las infracciones de velocidad constituyen una práctica muy extendida y de gran riesgo que, cada año, se cobra la vida de cientos de personas en nuestras carreteras. Por eso, debemos ser especialmente prudentes de cara a la inminente Operación Salida para evitar un “efecto euforia” en el primer verano sin restricciones desde 2019”.
Se podrían salvar más de 650 vidas al año en España.
La ONU, en su objetivo de reducir al 50% el número de accidentes en 2030, recomienda bajar los límites de velocidad en 20 km/h en vías interurbanas. En este sentido, la Fundación Línea Directa y el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial han calculado cuántas vidas salvaría la medida, utilizando para ello el modelo de potencia de Nilsson, un sistema de cálculo muy riguroso y especialmente eficiente en entornos interurbanos. Para ello, se han tenido en cuenta los datos oficiales de la DGT, los accidentes producidos por no respetar los límites y el carácter agravante de la velocidad en todo tipo de accidentes.
La conclusión del ejercicio es muy interesante, ya que bajar los límites de velocidad 20 km/h respecto a los actuales reduciría un 70% el número de fallecidos en vías interurbanas, lo que equivaldría a salvar 659 vidas al año en España. Sin embargo, la idea de endurecer las normas en este ámbito sigue dividiendo a la opinión pública, ya que no todos los automovilistas están a favor. Según el estudio, 2 de cada 5 conductores andaluces optaría por elevar los límites en autopistas y autovías porque los actuales son “poco realistas” y 137.000 los quitaría directamente.
En cuanto a la radiografía del accidente causado por velocidad, cabe diferenciar los ocurridos en carretera y los sucedidos en ciudad. En vías interurbanas se producen principalmente por salida de vía por la derecha, en el último trimestre del año y en fin de semana. En cuanto a los ocurridos en vías urbanas, suelen suceder más en enero y se producen mayoritariamente accidentes frontolaterales, por alcance y atropellos. Además, destaca especialmente la antigüedad del vehículo accidentado, superior a la media española.
El perfil del conductor accidentado suele ser un hombre joven (de entre 18-34 años), que se encuentra de vacaciones o en su tiempo de ocio y que usa menos el casco o el cinturón de seguridad.
¿Qué opinan los andaluces?
La Fundación Línea Directa también ha querido conocer la percepción de los españoles sobre la normativa de velocidad y sus hábitos al volante a través de una encuesta realizada a 1.700 personas de toda la geografía nacional. Una de las conclusiones más llamativas es que solo el 6,5% de los conductores andaluces conoce los límites de velocidad para turismos y motos.
En cuanto a la proporción de conductores que superan los límites de velocidad, el estudio de la Fundación Línea Directa concluye que el 43% de los conductores circulan habitualmente por encima de los límites y el 7% de los españoles infringen casi siempre las normas en este ámbito. Las comunidades con más infractores son Castilla-La Mancha, La Rioja y Aragón. En el lado contrario, se sitúan Canarias, Región de Murcia y Baleares. Andalucía se encuentra por debajo de la media nacional, con un 6,2%.
En lo referente a las sanciones, el 68% de conductores andaluces no cree que la finalidad de las multas sea exclusivamente la seguridad vial, mientras que casi 194.000 está a favor de despenalizar los límites de velocidad. Además, el 45% respalda la idea de situar los radares exclusivamente en los Tramos de Concentración de Accidentes (TCA) o en puntos peligrosos.