Digitalización y sostenibilidad para un 2022 repleto de bodas
Después de un 2020 golpeado por la pandemia y un 2021 que no terminó de despegar, este año promete ser un soplo de aire fresco para la industria nupcial. 12 meses en los que se celebrarán un sinfín de enlaces atrasados y otros que se comenzaron a preparar la temporada pasada. Solo en Estados Unidos, según datos de The Knot, se celebrarán 2,6 millones de bodas, cifra récord de los últimos 40 años. Con el fin de aportar luz en un momento repleto de dudas, la especialista en protocolo y organización de eventos Gemma González Events explica las tendencias de la temporada.
Digitalización
Al igual que ha sucedido en otros sectores, la irrupción de soluciones digitales en el universo nupcial se ha traducido en grandes facilidades para los novios, sus invitados y los propios proveedores. "El diseño de una web personalizada para la boda se ha convertido en una herramienta imprescindible para muchas parejas, que utilizan este medio para recibir confirmaciones, tomar nota de incidencias alimentarias, cuántos invitados usarán el bus, entre otras cuestiones. También hemos introducido el código QR como herramienta habitual para dar y recibir información actualizada", señala Gemma González Events.
Ubicación creativa
"La principal tendencia que estoy detectando es que a muchas parejas les ilusiona buscar ubicaciones originales. Sitios en los que nunca se ha celebrado una boda, espacios emblemáticos, enclaves en medio del campo, etcétera. Sin embargo, aunque de entrada el alquiler de una finca parece menos asequible, este tipo de localizaciones cuentan con todo lo necesario (incluyen limpieza, guardarropía, vigilancia e iluminación de exteriores). No así los espacios improvisados, cuya organización, en términos de logística, resulta más complicada", explica la experta.
Sostenibilidad
La sostenibilidad, materia que ha llegado al sector nupcial para quedarse, es cada vez más importante en la industria. Gemma González, especialista en este tipo de enlaces recuerda que su aplicación no está reñida con una boda bonita y con buen gusto. La influencia de esta tendencia llega hasta la decoración: "destacan los elementos cotidianos, los materiales naturales y los no sintéticos y las decoraciones con un punto doméstico". El comercio justo y local y la ética están presentes en los preparativos: "Es muy gratificante ver la cantidad de parejas que piden utilizar ingredientes y elementos de temporada, de proximidad y reciclados, así como la incorporación tan frecuente de detalles elaborados con una finalidad social y la colaboración con asociaciones solidarias".
Formato reducido
Los enlaces con menos de 60 invitados se han convertido en habituales. El formato reducido se impone entre quienes buscan la calidez y cercanía que ofrece una boda íntima. La tendencia, que se impuso por necesidad en 2020, se ha convertido en un realidad a la que se acogen muchas parejas. "Si algo bueno ha aportado la pandemia a nuestro sector es la diversidad de formatos. En algunos casos, los invitados por compromiso han quedado a un lado, en favor de enlaces con pocos asistentes (familia y amigos más cercanos). Eso sí: los novios que apuestan por ello no renuncian a hacer celebraciones más numerosas en el futuro. Desde las bodas tradicionales -a ser posible en espacios abiertos- al elopement wedding: cada pareja es un mundo y lo más gratificante como profesional es diseñar cada evento en función de su perfil", apunta Gemma González Events.