Acorde a tu piel: elige un desodorante correcto
La piel de cada uno tiene unas características distintas. Por lo tanto, en función de las necesidades de cada uno será mejor usar un desodorante u otro.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que la sudoración es algo totalmente necesario y normal en el cuerpo, necesitamos eliminar toxinas y regular nuestra temperatura y nuestro ph. Los desodorantes nos ayudan a combatir el olor y las manchas que se quedan en nuestra piel tras este proceso.
Factores como el estrés, la ropa ajustada que no deja transpirar bien a la piel, el vello que tenemos en la zona de las axilas, alimentos que consumimos o simplemente la genética que tenemos que hace que sea mayor la sudoración, es lo que provoca el mal olor.
Para empezar, es fundamental saber diferenciar entre desodorante y antitranspirante. El primero únicamente enmascara o neutraliza el mal olor, mientras que el segundo, además de eso, paraliza la sudoración, es decir, limita la secreción del sudor. Con este último hay que llevar cuidado porque altera el proceso de sudoración natural de nuestro organismo.
La piel de la zona de la axila es muy finita, está sometida muchas veces a una constante humedad y al roce, por lo tanto, se irrita con facilidad. Por eso, las personas que de por sí tienen una piel sensible deberían usar desodorante en barra, ya que, por lo general no contienen alcohol y así dañará menos la zona.
Hay unos tipos de desodorante que son en crema, como el conocido desodorante de Lancaster que ha revolucionado el mercado de los desodorantes. Sus beneficios son que, además de utilizarlo en las axilas, pueden utilizarse en cualquier otra zona de hipersudoración, como puede ser la cara o el cuello.
Resumidamente, lo que todo un desodorante debería realizar es eliminar el mal olor durante al menos doce horas, que no produzca irritación y que deje realizar al cuerpo el proceso de sudoración sin ningún problema. Además, que sea de rápida absorción, no nos cree manchas en la piel y tampoco en la ropa.
FORMATOS DE DESODORANTE
Los que son en spray tienen el beneficio de ser muy cómodos y rápidos de utilizar y que suelen llevar aromas que huelen muy bien. Sin embargo, para la gente con piel sensible no son recomendables puesto que resecan mucho la piel y pueden ocasionarles irritación.
Por otro lado, tenemos los desodorantes en roll-on, que también son muy fáciles de aplicar. Su ventaja es que aporta bastante grasilla e hidratación en la axila, por lo que la gente con piel sensible puede utilizarlos sin problema. Hay que tener cuidado y esperar a que se absorba para no manchar la ropa.
Otro desodorante muy similar es el de barra. Se diferencia con el anterior porque es menos graso, muy cómodo para llevarlo en el bolso, ya que, se absorbe mucho más rápido que el anterior y nos quita la preocupación de generar manchas en la ropa. Es muy hidratante y aconsejable para las personas con pieles sensibles.
Por último, está el desodorante en crema, muy de moda actualmente. Es más trabajoso de aplicar porque hay que estar masajeando la zona hasta su completa absorción. Sin embargo, es muy hidratante y se puede aplicar en otras zonas como la cara o la nuca.