El 8M, una fecha para recordar
El mundo celebra hoy el día Internacional de la Mujer, según sus mejores tradiciones, diferentes en cada país, pero ¿cuántos de billones de personas conocen el origen de este día? Ya te adelanto yo: ni la mitad. Si eres uno de ellos, te va a interesar:
Nos trasladaremos al s. XIX, que como ya sabemos se caracterizará por la Revolución Industrial, un período histórico, que cambió el rumbo de las vidas de miles de personas en cuanto a la economía y el modo de trabajo. Pero, a pesar de varias transformaciones, un grave problema seguía persistiendo en el mundo: muchas mujeres explotadas y ninguna protegida.
Tal día como hoy, el 8 de marzo de 1857, varias mujeres neoyorquinas trabajadoras de la industria textil, se hartaron de esta situación y organizan una huelga, peleando por los salarios justos y condiciones laborales humanas. Intento fracasado: fueron detenidas por la policía.
51 años después, de nuevo el 8 de marzo de 1908, más de 15 000 mujeres vuelven a las calles de la ciudad de Nueva York luchando por lo mismo: aumento de sueldo, menos horas de trabajo, sumándole el derecho al voto y la prohibición del trabajo infantil.
A partir de entonces, parece ser que el 8 de marzo vuelve la fecha clave para las mujeres: en 1914 el Día Internacional se celebra en Europa en forma de mitines conta la Primera Guerra Mundial.
En 1917, los movimientos feministas de Rusia aprovechan la caída de la monarquía en el país como el resultado de la Revolución Rusa y exigen mejores condiciones de vida. Debilitado y devastado gobierno provisional concede el voto femenino el 23 de febrero de 1917, según el calendario juliano, o el 8 de marzo, acorde al calendario gregoriano. De nuevo aparece nuestra fecha favorita.
Sin embargo, el resto de los países se sumaron a la tradición de conmemorar el Día de la Mujer solo después de la II Guerra Mundial. En 1975, casi 100 años después, el 8M fue aprobado como el Día Internacional de la Mujer por las Naciones Unidas. Y hasta el día de hoy.
Me acuerdo, que de pequeña esperaba este día como si fuera mi cumpleaños. En mi familia, originaria de Rusia, existía y existe una tradición muy bonita: este día se elogiaba a la mujer, mi madre y yo recibíamos flores, regalos, nos sentíamos unas auténticas reinas. Los hombres de la casa preparando los desayunos, mimándonos durante todo el día. Un cumpleaños, vaya.
Y así es la tradición en Rusia: el 8M no es un día para luchar, para salir a la calle. El 8M es un día para que te mimen. Y no lo niego: no está mal. Para nada, ¿a quién no le gusta la atención? Te agrada, te sientes bien, por ser mujer. Pero a medida de qué iba creciendo y, sobre todo, cuando me mudé a España, me di cuenta de una cosa muy importante: el día de la mujer no es el 8 De marzo. Nuestros días son TODOS los días. Y no, no me considero feminista. Recibí una educación de una sociedad patriarca. Pero hasta yo, con mi cerebro bastante limitado, por llamarlo de alguna forma entiendo que que esto va mucho mas allá de flores y bombones y que esta lucha es necesaria. Es necesaria para todos y todos los días. Existen otros 364 días del año para que nos mimen, otros 364 días para que batallemos. Otros 364 días para hacer nuestras vidas mejores. Otros 364 días para que podamos ir por la calle de noche tranquilas. Otros 364 días del año para que nuestras hijas vivan en una sociedad plenamente igualitaria. Pero si vamos a tener solo un día al año, nos quedará mucho y mucho que andar y probablemente el objetivo no llegará nunca. 8M será nuestro día, a igual que el 9 de abril, al igual que 2 de enero. Cualquier fecha será nuestro día para hacer que esto funcione. Somos unas campeonas, unas luchadoras, y lo sabemos.