Kamala Harris, epicentro del plan demócrata

Kamala Harris y Joe Biden; vicepresidenta y presidente de EEUU respectivamente

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, como era de esperar, empieza a coger verdadero peso en la gestión norteamericana

Kamala Harris es la niña bonita del bloque demócrata en Estados Unidos. La cuidan, la miman, le dan alas. No es secreto alguno que desde el seno de los que ahora hospedan la Casa Blanca desean con todas sus fuerzas que Kamala se convierta en la futura presidenta de la Gran Potencia americana. La vicepresidenta es el epicentro del plan que tiene su partido.

No en balde, los demócratas llevan años creando un aura mística alrededor de Kamala Harris de líder política ‘perfecta’. Han sabido manejar la comunicación como nadie y poner una semilla en el seno de la opinión pública (de la ciudadanía más afín a una ideología demócrata), que a día de hoy está dando sus frutos con la grandísima valoración que tiene gran parte de la ciudadanía estadounidense hacia Kamala. Joven, bien formada, feminista, líder de causas sociales, portadas en múltiples revistas de gran calibre, y por supuesto, todo lo que conlleva ser la primera mujer en ocupar uno de los cargos más importantes en EEUU como la de la vicepresidencia. Toda una figura y referente no sólo en el país norteamericano, sino en el mundo. El largo trabajo propagandístico de los demócratas está hecho, sólo queda esperar que su producto, Kamala, siga su curso, no cometa errores y llegue pronto a lo más alto.

Hace escasas hora, el presidente Biden ha encomendado a Kamala Harris la gestión de la crisis de la frontera de México. Tarea ardua, pero también importante y de relevancia. No ha sido para nada una decisión atropellada, ni tomada en escasas horas. A simple vista, este designio hará que Kamala esté en el foco público de un tema tan candente como el de la frontera de México. Es decir, la vicepresidenta estadounidense saldrá habitualmente en las líneas de los periódicos y estará en las bocas y los pensamientos de los ciudadanos; todo esto, recordando el precedente del beneplácito social creado en torno a la figura de Kamala Harris por la efectiva propaganda demócrata.

Todo movimiento es parte de un plan trazado minuciosamente por el partido de Kamala y Biden. Partiendo de lo complicado que se antoja que el actual presidente sea el candidato por su partido dentro de cuatro años, debido a su edad, la idea de que la vicepresidenta vaya acumulando poder se ve con buen gusto dentro del bloque político. El partido que ostenta actualmente el poder quiere empezar a aprovechar desde ya a ‘la gallina de los huevos de oro’ que han creado en Kamala Harris. Por tanto, no nos extrañará ver cómo durante los cuatro años de mandato de Biden, la vicepresidenta, Kamala, irá cogiendo un peso cada vez mayor en las decisiones de la Casa Blanca.