Tezanos: el arte de manipular sin inmutarse

José Félix Tezanos

Según el barómetro del CIS publicado en las últimas horas, la suma de PP y Vox empataría con la de PSOE, Unidas Podemos y Más Madrid, con 68 escaños cada bloque

No es noticia que a Tezanos se le vea el plumero. La forma en la que formula sus particulares barómetros del CIS siempre traen polémica. Esta vez, el descaro del miembro socialista ha llegado a niveles tales que expertos en demoscopia han salido a denunciar públicamente la errónea asignación de escaños del CIS. Imagínense el grado de engaño para que esto ocurra. Desde la lógica, el resultado publicado por el CIS, aún sin comenzar la campaña, es poco creíble, pero que el resto de compañeros sociólogos de Tezanos le desacrediten es para el ciudadano se plantee si este señor le toma por tonto.

Parece que ya no nos sorprende cómo el miembro de un partido político, como es en este caso el PSOE, utiliza una herramienta pública como el CIS para manipular a la población y usarla en beneficio de su partido. Esto es grave. La ciudadanía no puede acostumbrarse a ser engañada continuamente y que no pase absolutamente nada. Da la sensación de que no importa, de que al hombre y mujer de a pie les da igual que desde un ente público les mangoneen. Si la situación política de continua propaganda manipuladora es grave, aún lo es más el pasotismo de gran parte de la población. Es verdad, que en Madrid, tras los resultados totalmente inverosímiles del CIS, hay multitud de personas que han mostrado su malestar por la forma tan basta de tratar de engañar a los futuros votantes madrileños. Y, esa es la reacción que se presupone natural de un ciudadano ante la mentira del partido que hay en el Gobierno, el cual da la impresión que trata a los españoles como borregos en la dirección que ellos mandan desde el poder. Lo peor es que muchos siguen esa dirección sin hacerse preguntas, y muchos defenderán a Tezanos ante lo indefendible.

El barómetro del CIS, hecho a imagen y semejanza de los mejores sueños del PSOE para Madrid, tiene la intención clara de movilizar a la izquierda de la capital de cara a las futuras elecciones del 4-M. La situación real es que hay una derecha sólida, según el resto de barómetros, con mucha más credibilidad que el del Gobierno, sus encuestas representan una mayoría clara del PP de Ayuso que necesitaría del apoyo de Vox para gobernar, con un bloque derechista que superaría abultadamente al de la izquierda compuesto por PSOE, Unidas Podemos y Más Madrid. Dada esta situación real, Tezanos, desde su puesto de poder, ha inflado al bloque más afín a unas políticas de izquierdas creando un empate virtual. ¿Cuál es el mensaje de Tezanos con este imaginativo empate que ha formulado? Transmitir que actualmente la situación está igualada y se decidirá por unos pocos votos, queriendo llevar el mensaje a los madrileños más afines a una ideología socialista, o incluso comunista, para ir a las urnas a votar. No es más que esa, la idea maquiavélica de Tezanos para hacer un llamamiento al voto ‘anti-derechista’.

“Los hombres, en general, no son sino marionetas maltratadas por un titiritero” decía el reputado escritor italiano, Giovanni Papini. Esta frase muestra la situación de gran parte de la ciudadanía ante el poder. Simplemente son maleables a lo que el poder quiere. Las armas para combatir esa continua trola de la clase política a la ciudadanía son: informarse desde los diferentes puntos de vista, elaborar pensamientos críticos, leer y ser conocedor de aquello de lo que hablan los políticos, conocer la historia, estar al día, incentivar el debate evitando el sectarismo, y preocuparse por la gestión que hacen los líderes del país con el dinero de cada uno. Sin embargo, tristemente, estas armas contra el engaño de los políticos cada vez son menos usadas y es más fácil que el titiritero con poder haga lo que quiera con las marionetas de a pie. Por esto, Tezanos manipula sin escrúpulos, sin reparo, y sin ningún tipo de preocupación por que la ciudadanía se le eche encima, ya que los que sí que lo hagan no serán tantos como los que sean presos de la manipulación.