El aceite de coco es una sustancia grasa compuesta al 90% por ácidos saturados, que se obtiene al prensar la pulpa del coco y que se utiliza como ayuda para mantener la humedad de la fibra capilar.
Sus propiedades más importantes con su uso sobre el cabello son la hidratación y nutrición. Por eso, es muy recomendado para aquellas personas que tienen el pelo dañado o seco por el uso de tintes, la exposición al sol o simplemente porque tienen el pelo reseco.
Pese a ser una sustancia grasa, no deja grasiento el cabello, además, le aporta un brillo y una suavidad increíble. Se usa también para evitar la rotura del pelo, ya que, aporta fuerza a la fibra capilar. Y no solo esto, combate perfectamente el encrespamiento e incluso ayuda a evitar la aparición de caspa gracias a sus propiedades fungicidas.
Cómo utilizar el aceite de coco
En función de lo que queramos conseguir lo utilizaremos de una manera u otra. Lo más importante es utilizar u aceite de coco virgen y sin refinar, para que sea lo más efectivo posible.
Si lo que queremos es combatir la caspa, lo aplicaremos especialmente en el cuero cabelludo. SI lo que queremos simplemente es nutrirlo e hidratarlo aplicaremos de medios a puntas y tras dejarlo actuar unas horas lo aclararemos. Si queremos que la hidratación sea extrema, dejamos actuar toda la noche y lavamos el pelo al día siguiente.
También podemos usarlo a modo de acondicionador sobre el pelo húmedo después de lavárnoslo. Por último, se puede utilizar como antifrizz una vez que tengamos el pelo seco. Con un par de gotas bastará y nuestra melena se verá realmente brillante.
