Este aceite tan especial se extrae de la planta Ricinus communis y sus propiedades se utilizan para el fortalecimiento y crecimiento del cabello, las uñas, las cejas y últimamente sobre todo para las pestañas. por lo tanto, su origen es natural.
Es un producto que no se puede ingerir porque es tóxico, solo es apto para uso externo. No está recomendado para mujeres embarazadas ni en el proceso de lactancia.
Tienes el poder de actuar como barrera protectora de los efectos ambientales que se producen en nuestra piel. Además, podemos utilizarlo para realizar masajes y aromaterapia. Es un gran remedio para las estrías también. Debido a su alto contenido en ricinoleico, omega 9, vitamina E y otros minerales sirve también como un fuerte regenerador, hidratante y antinflamatorio.
Con respecto al cuidado del cabello, el uso del aceite de ricino previene la caída, hidrata y nutre al pelo y puede utilizarse como acondicionador, evita la aparición de la caspa y además aporta fortaleza al cuero cabelludo.
Su uso en la piel es excelente para realizar una limpieza profunda. Por ejemplo, se utiliza en pieles acneicas, intentando no utilizar mucho para no dar más grasa, para la regulación de sebo. También sirve para la prevención de arrugas y estrías y reduce las ojeras y las bolsas.
Sin embargo, últimamente para lo que más lo está utilizando la gente es para el fortalecimiento y crecimiento de las pestañas. La manera adecuada de utilizarlo en ellas es, con un aplicador extender el producto por las pestañas cada noche antes de ir a dormir y retirarlo al despertar. Si se es constante se podrán apreciar los resultados en poco tiempo, por ejemplo, al desmaquillarse los ojos no se nos caerán tantas pestañas.
