viernes. 22.11.2024

Siempre por estas fechas la gente comienza a prepararse para el verano. Algunos lo hacen apuntándose a un gimnasio, comprándose bañadores en Shein y otros poniéndose videos de ejercicio casero en YouTube. Todo tiene un objetivo: verse perfecto en traje de baño.

Nuestra sociedad premia la delgadez, eso es un hecho. No oirás a nadie felicitar a otra persona por haber ganado algunos kilos de más y, sin embargo, si has adelgazado, todos son halagos, incluso si la manera de conseguirlo no ha sido la más sana.

Lena Dunham ha decidido reflexionar sobre el tema en su última publicación de Instagram. "Cuando eres delgada -no importa la razón- hay una especie de guiño inherente de felicitación que viene de ser capaz de encajar en las muestras de la pasarela y lucir en el papel de una estrella de Hollywood"

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida de Lena Dunham (@lenadunham)

Ideales imposibles

La sociedad siempre ha sido superficial y la apariencia física algo muy importante, sobre todo en el mundo dominado por las redes sociales donde los filtros distorsionan la realidad creando complejos a los usuarios. En los últimos días se ha puesto de moda una especie de challenge donde algunas famosas y varias instagramers posaban con un filtro que realzaba la belleza, pero solo en la mitad de la cara. Esto ha ayudado a que seamos conscientes de las mentiras que propaga internet y de los ideales de belleza imposibles de conseguir.

La cirugía estética en adolescentes está creciendo. Los cirujanos plásticos admiten que los niños, y ahora muchos adultos, traen estas imágenes filtradas de sí mismos y piden que los hagan lucir como ellos.

Nuestra cultura es la del continuo pensamiento de juicio donde otorgamos la potestad de nuestro cuerpo a las grandes masas. Halagar la delgadez y denostar la gordura, aunque sea sin mala intención, es una consecuencia de los aprendizajes sociales y que han provocado que la mayoría de las personas tengan una mala relación con su cuerpo.

La operación bikini no es más que una fórmula rápida que se ha creado para mejorar la relación con nuestro cuerpo en apenas unas semanas a base de frustración y castigo.

"Desde hace muchos años se nos vende la idea de que belleza es igual a delgadez, delgada es igual a salud. Incluso estar delgado supone tener ciertos atributos como el autocontrol, la fuerza de voluntad... Esos aprendizajes contextuales nos llevan a ya desde muy pequeñas tener una mala relación con nuestro cuerpo y eso lo 'intentamos solucionar' haciendo esa operación bikini que modifique nuestros cuerpos y ajuste a esos estándares que se nos vende", dice Mireia Hurtado, psicóloga y dietista especializada en psicología de la alimentación.

Mejorar la relación con nuestro cuerpo

En esta situación, es completamente normal que seamos críticos con nuestro físico y aún más lógico que queramos mejorarlos, ya que vivimos en una sociedad y buscamos la aceptación del grupo.

Pero si no aceptamos las cosas de nosotros mismos que no nos gustan acabaremos en una espiral de frustración deportiva o de operaciones estéticas.  Obviamente que el deporte es bueno, ayuda a mejorar la autoestima y es bueno para la salud, pero no hace falta morir en el intento de tener un cuerpo perfecto.

Mireia Hurtado da un par de consejos que no viene mal recordar en estas fechas:

  • Analiza qué es lo que no te gusta y por qué, pero no seas criticona contigo misma, toma una perspectiva aséptica y realista; no te compares con otras personas.
  • Descubre si esa parte de tu cuerpo no te gusta por un motivo estético o por un motivo de salud. Para poder incluirlo en un programa de autocuidado no puedes atacarlo igual desde un flanco que desde otro, porque las medidas difieren.
  • Déjate aconsejar sólo por expertos en bienestar si lo crees necesario.
  • Establece un objetivo real de cambio para mejorar la relación con tu cuerpo. Debes hacerlo de manera consciente y a largo plazo. No busques soluciones inmediatas.
  • Si de verdad no te gusta algo, sabrás que puedes trabajar para cambiarlo con múltiples opciones: un cambio supervisado de la alimentación, un nuevo tratamiento de belleza, un producto que funciona o un entrenamiento personalizado.
  • No permitas que nadie más que tu evalúe la forma que tienes de cuidarte. Si decides hacer un cambio que sea por ti misma, para tu propio beneficio, no busques más aprobación.

Y sobre todo, recuerda que nadie va a estar tan pendiente de lo que tú crees que son tus defectos como tú mismo. Nos vemos en la playa.

Digamos adiós a la operación bikini e intentemos tener una mejor relación con nuestro...