Una de las sensaciones más desagradables del verano es el bochorno, que se da especialmente en zonas costeras del país. Asociamos el bochorno a temperaturas elevadas y una sensación de humedad que nos hace sudar en exceso al realizar la más mínima actividad. La solución más fácil es la de limitar el movimiento y el esfuerzo. De todas formas, existen trucos para combatir esta sensación.
¿Qué es el bochorno? Esta sensación se asocia a niveles muy altos de la temperatura y la humedad, que a su vez hacen que la sensación de calor sea mayor. El ambiente es ‘pegajoso’, nos cuesta movernos, realizar cualquier actividad y hasta respirar.
En un sentido más técnico la temperatura de bochorno consiste en un índice que refleja qué temperatura percibimos en nuestro cuerpo, en relación con la humedad relativa y la temperatura ambiente del aire.El cuerpo humano suda cuando tiene calor, como forma de dispersar el calor en el ambiente. Cuando sudamos la humedad se evapora y esto nos ayuda a enfriarnos. Cuando la humedad en el ambiente es muy elevada, la proporción de evaporación del agua disminuye y con ella el enfriamiento de nuestro cuerpo. ‘Explusamos’ menos calor y nuestro cuerpo percibe más temperatura que cuando el aire es más seco.
Podemos engañar al cuerpo mediante remedios artificiales, como los ventiladores, que nos permitan crear algún tipo de brisa para ayudar a nuestro cuerpo con la evaporación del sudor y la eliminación del calor. Ese viento o brisa reducirá en gran medida nuestra sensación de bochorno.
Entre los trucos para evitar sentir el bochorno están el de vestir ropa ligera y transpirable (ayudan a que sudemos menos o de forma más eficiente), evitar el contacto directo con el sol y el alcohol, beber mucha agua y comer frutas y verduras para recuperar los minerales perdidos por el sudor. Ventiladores, abanicos o cualquier aparato para generar aire serán nuestros mejores aliados a la hora de reducir la temperatura corporal.
