La Asociación Española de Pediatría de Atención primaria (AEPap) muestra su apoyo a la carta remitida por la Asociación Andaluza de Pediatría de Atención Primaria (Andapap) y dirigida al presidente de la Junta de Andalucía. Este es el contenido íntegro de la carta emitida:
“La Asociación Andaluza de Pediatría de Atención Primaria (AndAPap) se constituye como una Asociación de Profesionales que trabajan en Atención Primaria, de carácter científico y profesional, sin fines lucrativos. Dentro de nuestros fines y en lugar preponderante, destaca el de buscar el máximo estado de Salud de la infancia y adolescencia.
En el día de ayer, leímos con gran preocupación lo que parecía una gran noticia para la ciudadanía de nuestra comunidad y para los profesionales que trabajan en el Servicio Andaluz de Salud.
Se publicaban una serie de medidas tendentes, principalmente, a mejorar la accesibilidad de la población a la atención primaria, mediante una medida de doble efecto:
1.- Aumentando la oferta directa del horario de atención a la ciudadanía mediante la creación del Complemento de Continuidad Asistencial en Atención Primaria.
2.- Mejorando las retribuciones de los profesionales de Atención Primaria, a fin de incidir en la creciente huida de profesionales desde el Servicio Andaluz de Salud a otros países, comunidades, o al ámbito de la sanidad privada, intentando revertir o, al menos atenuarla.
Ambas medidas merecen nuestra enhorabuena, pues son medidas largamente reclamadas tanto por la población como por los profesionales.
Sin embargo, el motivo de nuestra preocupación, es la gravísima discriminación que se hace con estas medidas a la parte más importante de la población de nuestra comunidad, pues como bien sabe, es la parte en la que se asienta el futuro de la misma: la infancia.
Es en el cuidado de la infancia, en su educación, no solo de conocimiento científico- técnicos o humanísticos, sino también sobre salud, en lo que se asienta la salud futura de la población de nuestra comunidad y, por ende, la salud de nuestra comunidad. Muchos de los problemas sociales, mentales y físicos que aquejan los adultos, se fraguan en una infancia desatendida.
Y sin embargo, estas medidas marginan a la infancia.
En dicho complemento de continuidad asistencial, se excluye expresamente a la infancia, al indicar que sólo se destinará a los profesionales de medicina de familia y, por tanto, a la ciudadanía que ellos atienden: los mayores de 14 años.
Este atentado contra el principio de equidad que debe regir un sistema sanitario público como es el que gestiona la Consejería de Salud y el Servicio Andaluz de Salud, se añade a los anteriores atentados a dicho principio, como es el hecho de que los menores de 14 años no tengan una enfermera de referencia aún, o que sea el colectivo que tiene más plazas no cubiertas por ningún profesional, o por profesionales sin ninguna especialidad, o por profesionales con una especialidad distinta a la de Pediatría y sus Áreas Específicas, que es la que el propio Servicio Andaluz de Salud entiende que debe atender a este grupo de población especialmente sensible, vulnerable y estratégico para el futuro de nuestra sociedad, aunque ese entendimiento, sólo sea verbal o escrito y no tenga su refrendo, hasta ahora en hechos demostrables.
Es por ello, que la falta de fondos presupuestarios no es excusa válida para este, repetimos, atentado contra la equidad. En todo caso, pudiera haber sido perfectamente defendible que fuese, precisamente este, el colectivo para el que en primer lugar se implantase la continuidad asistencial: el más desprotegido, el que con menos profesionales médicos cuenta para ser atendido, el que con menos (ninguna) enfermería cuenta para su atención y en el que prioritariamente se debe volcar cualquier sistema sanitario.
Dado que, nuestras previas peticiones dirigidas a la Gerencia del Servicio Andaluz de Salud han sido desoídas, las mejoras propuestas a la Consejería de Salud han sido aplazadas y en este caso, gravemente marginadas, creemos que no tenemos otra opción que distraerle de sus incontables preocupaciones y ocupaciones, para que vuelva su mirada hacia la promoción, prevención y cuidado de la salud infantil en nuestra comunidad. Salud, en el más amplio sentido de la palabra: social, mental y física, pues una sociedad que no cuida a su infancia, se convierte irremisiblemente en una sociedad crónicamente enferma.
Esperamos de usted que intervenga directamente para corregir, lo que queremos entender son “errores” cometidos por la Gerencia del Servicio Andaluz de Salud y no corregidos por la Consejería de Salud y Familias, y dé las instrucciones precisas para que se corrijan a la mayor brevedad posible. No sólo le pedimos esto como pediatras de atención primaria. Se lo pedimos como padres y, muchos de nosotros, abuelos, del futuro de nuestra sociedad.
Quedamos a su entera disposición para ampliarle cualquier tipo de información que nos requiera y en el formato en el que nos lo requiera, incluyendo, si así lo estima conveniente, una reunión presencial”.