La naturaleza ha vivido la extinción de miles de especies a lo largo de la historia. La gran mayoría se han producido de manera natural, pero hay otras que han sido por acción del ser humano. La humanidad está empujando a animales y plantas de todo el mundo hacia la mayor extinción desde la era de los dinosaurios.
La fundación que trabaja por la preservación del medioambiente ha advertido de ello en su informe anual de "Ganadores y perdedores de 2021". En él aparecen las especies de animales cuya existencia está en grave peligro y aquellas cuya conservación ha mejorado considerablemente.
Actualmente existen 142.000 especies de animales y plantas su lista roja, 40.000 de ellas están en verdadero peligro de extinción.
Pero analizando el largo plazo es cuando la situación de las especies de la Tierra podría ponerse peor que nunca.
"Alrededor de un millón de especies podrían extinguirse en la próxima década, lo que sería la extinción masiva más grande desde el final de la era de los dinosaurios".
El director de la rama de WWF en Alemania, Eberhard Brandes, ha abogado por la urgente toma activa de decisiones por parte de las instituciones públicas en la lucha contra el cambio climático para frenar esta dura realidad.
Brandes también ha advertido también de que el ritmo de vida actual de la humanidad podría acabar siendo insostenible.
La población animal ha disminuido un 50%, la última que demostraría que la sexta extinción masiva de fauna en la Tierra ha comenzado.
"La conservación de especies ya no se trata solo de vencer un problema ambiental, la cuestión es si la humanidad terminará o no en la lista roja en una categoría en peligro de extinción y, por lo tanto, se convertirá en una víctima de su propio estilo de vida", dijo.
La especie animal que más ha perdido este 2021 según WWF ha sido el elefante de selva africano. Se encuentra en una situación crítica porque la población ha descendido en más de un 86% en 31 años por culpa de la caza furtiva que busca el marfil de sus colmillos.
Este paquidermo se reproduce más lentamente que otros de su misma familia por lo que su población tardaría décadas, quizás incluso siglos.
Los osos polares son uno de los animales más frecuentes en la lista de animales en serio peligro de desaparecer. Los expertos consultados por WWF señalan que el rápido deshielo de regiones del océano Ártico hace imposible que estos animales se adapten.
La fundación advierte de que para el verano de 2035, en apenas 13 años, la región polar podría quedarse completamente sin hielo. Hay estudios que señalan que la población entera de esta especie podrá colapsar para el 2100.
Completando la cabeza de la lista de grandes perdedores de 2021 están las grullas comunes o grises, debido al drenaje de humedales y las sequías climáticas en sus sitios de cría, y los peces migratorios, como el como el salmón o el esturión, debido a la presencia de centrales hidroeléctricas, la calidad inadecuada del agua y la sobrepesca.
Por otro lado, el linde ibérico se encuentra entre las especies más afortunadas del 2021.
El director general de WWF Alemania ha reconocido algunas medidas que han favorecido la mejor preservación de varias especies que estaban en peligro de extinción.
"Los ganadores de 2021 muestran que todavía hay oportunidades para la protección de especies: si implementamos medidas efectivas de conservación de la naturaleza, podemos proteger las plantas, los animales y, en última instancia, el clima", dijo Brandes.
Un ejemplo de esta lucha por la preservación de la fauna es la del rinoceronte indio de Nepal. Como parte de un proyecto de colaboración con el Gobierno, se han implementado medidas de protección más estrictas que han ayudado a recuperar el crecimiento de su población en un 16% desde 2015.
Fruto también de medidas para la conservación de la naturaleza, la población de linces ibéricos ha tenido un "exitoso regreso" y se ha coronado como uno de los grandes ganadores de este año. Este conocido felino ha visto cómo su población se ha multiplicado por 10 en los últimos 18 años. De tener apenas 94 ejemplares en 2002 a los actuales 1.111 entre España y Portugal.
El resto de grandes ganadores lo completan las ballenas azules, las cuales han visto cómo poco a poco su población ha ido en aumento desde la prohibición de su caza en multitud de países; los cocodrilos de Camboya, de los cuales se han visto nuevos ejemplares jóvenes tras décadas amenazados por la caza furtiva y la pérdida de hábitat; y, por último, los buitres quebrantahuesos, tras 30 años de reasentamiento de su población.