Este miércoles 18 de mayo Sevilla se enfrenta a uno de sus mayores retos: la final de la Europa League. Se disputan el título los equipos Eintracht de Fráncfort y al Glasgow Rangers. Las autoridades españolas han advertido de que es el partido "más complicado de los últimos años". Para ello, han comenzado realizando una reunión de coordinación policial para perfilar el dispositivo de la Policía Nacional.
Algo que dificulta especialmente el despliegue es la gigante cantidad de aficionados que llegaron a la capital andaluza sin entradas, lo que hará muy difícil de controlar a grandes grupos de personas. Está previsto que se desplacen a Sevilla más de 150.000 seguidores entre ambos equipos, de los que menos de 20.000 cuentan con entradas para ver esta final. "Es una barbaridad", admitió el comisario de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, Juan Carlos Castro.
La Policía estima que, alrededor de 100.000 aficionados serán escoceses y 50.000 serán alemanes. Por parte de la UEFA, se ha repartido algo menos de 10.000 entradas a cada club, pues se queda un porcentaje de 25% para venderse al público. Algunos de estos aficionados sin entradas podrían querer acceder por todos los medios posibles: saltando los tornos, disfrazados de vigilante o con entradas falsificadas.
Por parte de la seguridad nacional, se plantean dos cuestiones que complican el despliegue del dispositivo. La primera es el alcohol. Se trata de dos aficiones a las que, en grandes rasgos, les gusta beber: "y si en sus países toman la cerveza caliente, cuando aquí la consuman fresquita, beberán más si cabe". Por ello, en el estadio Ramón Sánchez Pijuán ni en la Cartuja se vendrá alcohol. Aun así, es imposible controlar su consumo fuera de estos lugares.
El segundo factor de dificultad es la existencia de numerosas obras en la ciudad, algunas de ellas cercanas al estadio donde se disputa el encuentro, como es la ampliación del tranvía por al avenida de San Francisco Javier. De esta manera, los fanáticos podrán encontrar objetos con más facilidad para provocar altercados.
El despliegue policial contará con vigilancia aérea con drones y helicópteros, policías nacionales venidos desde Madrid para reforzar el despliegue, equipos antidrones, caballería, antidisturbios y distintas especialidades para garantizar la seguridad. Además, policías alemanes y escoceses para transmitir información necesaria en cada momento por redes sociales oficiales.