lunes. 28.04.2025

Un equipo de científicos de la Universidad de California, Berkeley y la Universidad de Washington ha logrado un hito en la ciencia del color al identificar un tono nunca antes percibido por el ojo humano. Bautizado como olo, este nuevo color se sitúa más allá del espectro azul-verde tradicional y ha sido descrito por los participantes como una tonalidad de saturación sin precedentes.

La clave del hallazgo radica en una innovadora tecnología llamada Oz, un sistema láser capaz de activar fotorreceptores individuales del ojo humano con precisión celular. Esta técnica permitió a los investigadores enviar señales visuales únicas al cerebro, imposibles de generar en condiciones naturales de visión. Gracias a esta estimulación selectiva, los científicos lograron activar exclusivamente los conos M —responsables de la percepción del verde— sin interferir con los conos L o S, lo que dio lugar a una experiencia visual completamente nueva.

Este avance no solo amplía el espectro de colores perceptibles, sino que abre nuevas posibilidades en el estudio de la visión y en el desarrollo de tecnologías digitales con una gama cromática mejorada. Según el estudio, Oz representa una nueva plataforma experimental que redefine el concepto tradicional del espacio de color humano.

La confirmación del color olo fue consistente entre todos los voluntarios del experimento. Para que este nuevo tono encajara dentro del espectro azul-verde convencional, los participantes necesitaron añadir grandes cantidades de blanco, lo que evidenció que olo se encuentra fuera de los límites normales de percepción.

El descubrimiento también reaviva el interés por investigaciones anteriores, como el famoso estudio sobre la tribu Himba de Namibia. En 2005, se demostró que los Himba poseían una percepción del color notablemente distinta, especialmente en la gama del verde, debido a su lenguaje y una mayor densidad de conos en la retina. Estos hallazgos ya sugerían que la experiencia del color puede variar significativamente entre culturas y genéticas, anticipando que la visión humana podría tener un potencial aún no explotado.

En conjunto, la investigación sobre olo marca un nuevo capítulo en la ciencia del color y deja abierta la puerta a futuras aplicaciones en medicina visual, óptica avanzada y diseño de experiencias visuales inmersivas.

Descubren un nuevo color jamás visto por el ojo humano