Recibir un regalo y que el remitente sea una persona fallecida resulta extraño, pero es lo que llevan viviendo los amigos de Freddie Mercury en los últimos 30 años, los que se han cumplido recientemente (el 28 de noviembre) desde la muerte del músico británico.
Consciente de que su vida se iba a terminar a causa del sida, Mercury dejó un encargo a los grandes almacenes Fortnum & Mason de Londres: que enviaran todos los años una cesta con regalos a los amigos cuyos nombres aparecieran en una lista que les entregó.
La generosidad del cantante nacido en Tanzania ha traspasado los límites de la vida y la muerte gracias a una petición que le hizo a los almacenes Fortnum & Mason. Mercury dejó escrito que de forma indefinida, en cada festejo navideño, un grupo de personas que figuran en una lista recibiesen una cesta de productos de su parte.
Así lo ha publicado el Daily Mirror, afirmando que estos amigos íntimos del artista no han dejado de recibir su obsequio en ninguna de las últimas 30 navidades. La tienda encargada de mandar los lotes no ha querido revelar su contenido ni tampoco los nombres de los afortunados que continúan recibiendo regalos de Freddie Mercury desde el más allá.
La figura del artista no ha dejado de ser recordada a lo largo de estas tres décadas ya sea en forma de musicales, de películas o de conciertos tributo donde Adam Lambert ha sabido recoger el testigo para, junto con sus compañeros de Queen, volver a interpretar en vivo canciones que ya son himnos.
