José María Montero, un joven chico de tan solo 18 años se presentó al concurso culinario de MasterChef porque le apasiona cocinar y emocionó a los tres jueces con su difícil historia vida. Montero se tenía que presentar para cautivar a Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nájera y Pepe Rodríguez y contar porque razones se merecía entrar y obtener el delantal que le otorga un puesto en el concurso. Muy sincero, les contó que no conoce a su padre, que su madre es toxicómana y que perdió a su hermana en un accidente de tráfico cuando esta tenía 9 meses. Se ha criado con su abuela Josefina, ella lo es todo para el, sin embargo, es mayor y tiene principios de alzhéimer y por eso él ahora vive con solo en un piso que se paga el mismo al igual que su carrera.
Para el entrar en MasterChef no se podría comprar ni con todo el oro del mundo, comenta, pero le haría especial ilusión porque abre puertas a nuevas oportunidades.
Mientras este joven relataba su ardua historia, fue imposible no emocionarse, el jurado, la audiencia incluso el mismo, se saltaban las lágrimas de la emoción. Pepe Rodríguez aprovechó la ocasión para agradecerle la lección de vida que estaba dando a todo el mundo que le estuviera viendo esa noche, a ellos mismos y le recordó que era un valiente y un luchador.
El publico se volcó por las redes sociales apoyándole y agradeciéndole su gran testimonio con palabras de emoción, superación y deseándole todo lo bueno que le está por llegar. Por supuesto, no pueden faltar las ganas de que este chico entre en el programa y demuestre su gran talento en cocinas.
