miércoles. 27.11.2024

El Papa ha lamentado la soledad que viven "muchos sacerdotes" y ha instado a revitalizar las vocaciones al sacerdocio, sobre todo en los países en los que "están casi desapareciendo".

"Muchos sacerdotes están demasiado solos, sin la gracia del acompañamiento, sin ese sentido de pertenencia que es como un salvavidas en el mar a menudo proceloso de la vida personal y pastoral", ha señalado el Pontífice.

Francisco ha recibido este jueves a los miembros del Dicasterio para el Clero, que han celebrado una asamblea plenaria, ante los que ha subrayado la importancia de tejer "una sólida red de relaciones fraternas". En esta línea, ha señalado que es una "tarea prioritaria de la formación permanente" que desempeñan varias figuras: el obispo, los sacerdotes entre sí, las comunidades en relación con sus pastores, las religiosas y consagradas, asociaciones y movimientos. "Es esencial que los sacerdotes se sientan "en casa", ha recordado.

El Papa se ha mostrado preocupado por el descenso de las vocaciones sacerdotales. "Uno de los grandes desafíos para el Pueblo de Dios es el hecho de que, en cada vez más cada vez más zonas del mundo, las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada disminuyen fuertemente, y en algunos países están casi desapareciendo", ha considerado.

Así, ha instado a reactivar esta realidad, "de un modo adecuado" a los tiempos actuales. "Tal vez trabajando en red con las Iglesias locales e identificando buenas prácticas para hacerlas circular", ha sugerido.

El Papa también ha subrayado que está en crisis la vocación al matrimonio. En los últimos Mensajes para la oración mundial por las vocaciones, el Pontífice ya ha hablado del conjunto de las vocaciones cristianas incluyendo la vocación de los esposos en el matrimonio. "No podemos resignarnos a que para tantos jóvenes haya desaparecido la hipótesis de las vocaciones del horizonte la hipótesis de una oferta radical de vida", ha explicado.

Del mismo modo, ha aprovechado también para mencionar las cuestiones del diaconado permanente - una realidad eclesiástica reintroducida por el Concilio Vaticano II- que han surgido en el marco del proceso del Sínodo y les ha animado a "desplegar todas las fuerzas necesarias" para el desarrollo de este trabajo.

"Aún hoy se plantean preguntas sobre la identidad específica del diaconado permanente", ha concluido.

El Papa: "Por desgracia, muchos sacerdotes están demasiado solos"