El Papa Francisco ha hecho este domingo un nuevo llamamiento por la paz en Ucrania tras la oración del Ángelus: "La guerra es un acto bárbaro que debe ser abolido.
El Pontífice, que el 25 de marzo presidió el Acto de Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María en la Basílica de San Pedro, vuelve a alzar su voz para que se silencien las armas y se detenga el conflicto.
Francisco ha recordado que ha pasado más de un mes desde la invasión de Ucrania, desde el inicio de esta guerra "cruel e insensata" que, como toda guerra, "representa una derrota para todos".
Por ello, ha insistido en la necesidad de "repudiar" la guerra, "un lugar de muerte donde los padres y las madres entierran a sus hijos, donde los hombres matan a sus hermanos sin siquiera verlos, donde los poderosos deciden y los pobres mueren".
Para el Papa Francisco, la guerra "no sólo devasta el presente, sino también el futuro de una sociedad". "He leído que desde el comienzo de la agresión contra Ucrania, uno de cada dos niños ha sido desplazado del país. Esto significa destruir el futuro, causando un trauma dramático en los más jóvenes e inocentes de entre nosotros", ha lamentado.
"¡Esto es la bestialidad de la guerra, un acto bárbaro y sacrílego! La guerra no puede ser algo inevitable: ¡No debemos acostumbrarnos a ella!", ha sentenciado.
Ante el peligro de la autodestrucción, Francisco ha pedido que la humanidad comprenda "que ha llegado el momento de abolir la guerra, de cancelarla de la historia de la humanidad antes de que sea ella la que cancele al hombre de la historia".
Francisco ha vuelto a vincular este domingo el llamamiento a la paz con la oración: "¡Ruego a todo dirigente político a que reflexione sobre esto, a que se comprometa con esto! Y, mirando a la martirizada Ucrania, comprendamos que cada día de guerra empeora la situación para todos".
"¡Basta, que callen las armas, que se negocie seriamente por la paz! Recemos de nuevo, sin cansarnos, a la Reina de la Paz, a la que hemos consagrado a la humanidad, y en particular a Rusia y Ucrania, con una gran e intensa participación, por la que les doy las gracias a todos", ha manifestado.
El Papa y los peregrinos y fieles reunidos en la Plaza de San Pedro procedieron al rezo de un Avemaría, implorando el fin de esta masacre.