El Papa ha presidido este domingo desde la basílica de San Pedro, ante cerca de 200 personas --un número limitado por las restricciones sanitarias vigentes--, la Misa del Domingo de Resurrección, la celebración litúrgica en la que los católicos celebran la Resurrección de Cristo.
Tras la lectura del Evangelio en latín y griego, el Papa no ha pronunciado la homilía, pero, junto a la asamblea de concelebrantes se ha detenido unos momentos en silencio para la reflexión sobre la Resurrección de Cristo.
A las 12.00 horas está previsto que el Papa imparta la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y el mundo) desde el interior de la Basílica. El pontífice no se asomará al balcón central de la Logia en respeto de las restricciones sanitarias por la pandemia que han impuesto un confinamiento en toda Italia.