¡Se viene el sorteo navideño más emocionante del año! El 22 de diciembre es la fecha clave para la lotería de Navidad, y todos estamos al borde de la silla esperando nuestra dosis de buena suerte. Lo genial de este sorteo es que los premios se reparten a lo largo y ancho del evento, lo que significa que puedes llevarte un buen pellizco incluso si el gordo no coincide con tu número de la suerte.
Este sorteo tiene más historia que tus abuelos y ha generado normas y leyes que protegen a los participantes de posibles trampas o artimañas. Por ejemplo, encontrar un décimo puede sonar a golpe de suerte, pero la ley es clara: si no es tuyo, ¡devuélvelo!
¿Te encuentras con un décimo perdido? Aquí la ley no deja lugar a dudas. Aunque algunos lo vean como un dilema moral, lo que debes hacer es devolverlo a su dueño legítimo. Claro, esto no siempre es fácil porque el despistado que lo perdió no suele dejar sus datos en el décimo. En ese caso, la movida es simple: lleva el billete a la Guardia Civil, Policía Nacional o al Juzgado de Guardia más cercano y entrega ese tesoro, pidiendo un recibo.
Esto es fundamental si, por casualidades de la vida, el décimo resulta ser premiado. Si nadie lo reclama en dos años, el hallador se convierte en el flamante dueño. Pero ojo, tentarse a cobrarlo como propio puede resultar en una devolución del importe y pagar los gastos legales si el verdadero dueño decide reclamarlo.
Además de hacer las cosas bien, ser un buen samaritano tiene sus recompensas. Según la normativa actual, el devolvedor puede recibir un 10% del valor del premio. Este monto será entregado por el agradecido dueño si lo recibe en mano o por las autoridades correspondientes.
Ahora, ¿Cómo demuestras que un décimo de lotería es tuyo? No es tan sencillo como mostrar tu carné de biblioteca, pero hay pasos que puedes seguir. Al comprar el décimo, hazle una fotocopia y anota tu número de DNI en el reverso. También, registra el momento de la compra en la administración de lotería. Y si eres de los previsores, hazte una selfie con el número, escribe tu nombre en el reverso o, mejor aún, ¡fírmalo! Así, estarás listo para demostrar que ese décimo premiado es tuyo y solo tuyo. ¡Buena suerte!
