Sucedió en el Mundial de apnea outdoor en Turquía, tardando algo más de 3 minutos en completar este hito. La capacidad física es totalmente necesaria, pero también se vuelve indispensable una buena preparación psicológica.
"Es la primera vez que lo alcanza alguien, ni siquiera los hombres. Y ojalá hubiera tenido unos días más para preparármelo porque sé que tengo mucho más para dar todavía", explica Isabel Sánchez Arán en una entrevista hecha por Antena 3 Deportes.
"Si tu mente no está feliz, no te lo permite", admite.
Este récord no aparece solitario en el historial de la apneista, y es que viene acompañado de una trayectoria sensacional: inmersión libre de 78 metros en alta mar, que define la deportista como "una experiencia religiosa" además de un reto deportivo. Más de 7 minutos seguidos de inmersión en agua sin respirar.
Es así como Isabel se ve capaz de más, poniéndose de objetivo la barrera de los 100 metros: "Es una experiencia sensorial y de alto conocimiento. Romper la barrera de los 100 metros, la cifra mágica", asegura.