Carlos Alcaraz no pudo ser más sincero en la rueda de prensa que tuvo después de caer eliminado en el torneo de Montreal (Canadá), sexto Masters 1.000 de la temporada, en su debut este pasado miércoles ante el estadounidense Tommy Paul.
El tenista español perdió pese a tener una bola de partido en el segundo set, mientras que los otros tres españoles Roberto Bautista, Pablo Carreño y Albert Ramos avanzaron a tercera ronda.
Alcaraz se llevó un importante revés en su primera participación en la cita canadiense. El murciano, que llegaba como número cuatro del mundo y segundo cabeza de serie, se vio sorprendido por un Paul que firmó una de las mejores actuaciones de su vida, mientras Alcaraz se vio en un bucle negativo y sin remedio en el tercer set.
“Diría que ha sido la primera vez que no he podido lidiar con la presión. Ser el cabeza de serie número 2 del cuadro y el número 4 del mundo… era la primera vez que sentía esa presión y no he podido controlarla”, ha reconocido.
“Necesito entrenar y estar preparado para lidiar con esa presión. Tengo que aprender a hacerlo, es todo lo que puedo decir ahora”, ha añadido.
El murciano empieza a comprender que llegar a la élite no es sencillo, después de no llegar tan lejos como ansiaba en Roland Garros y Wimbledon, y con dos finales perdidas las últimas semanas en Hamburgo (Alemania) y Umag (Croacia). Ahora, suma una nueva derrota a las primeras de cambio cuando aspiraba a su quinto título en 2022 y tercer Masters 1.000.
El español cedió (6-7(4), 7-6(7), 6-3) ante un Paul que ya traía victorias de prestigio este año ante Alexander Zverev y Matteo Berrettini. Alcaraz salió airoso en la muerte súbita del primer set, pero en el segundo, después de ir 1-4, sufrió la remontada del americano, quien salvó una bola de partido para forzar el tercero.
No tenía la fluidez ni el dominio de sus grandes actuaciones, pero el español buscó su momento desde el primer juego. Paul salvó tres bolas de ‘break’ y rompió a Alcaraz en la primera que tuvo. Contra las cuerdas, el murciano se activó para salvar cuatro bolas de partido pero después entregó el choque con su saque. Nuevos sentimientos y otra lección para el pupilo de Juan Carlos Ferrero.