¿Es posible entrenar para un mundial de atletismo en medio de un conflicto armado para acabar ganando una medalla? Pues la respuesta a esa curiosa cuestión es sí. Al menos eso es lo que ha conseguido el atleta ucraniano Andriy Protsenko. El ucraniano no solo pudo entrenar, sino que se hizo con la medalla de bronce en la prueba de salto de altura, en el Mundial de Estados Unidos.
144 días después de que la invasión rusa a Ucrania se diese, Protsenko se sube al podio de Oregon para reclamar su medalla de bronce, la más difícil de toda su carrera: "Estaba muy feliz, pero solo me salió pensar en mi país y en cómo lo está pasando, en mi familia y en mi región, Kherson", explicaba.
Y la dificultad de esta medalla no es para menos pues, el atleta tuvo que entrenar en unas condiciones muy extremas, mostrándolo e unos vídeos que aún no habían visto la luz, para poder preservar en secreto la localización, donde ha conseguido prepararse para ganar una medalla: "Teníamos los problemas de la barra que no admitía más de 50 kilos y la pista que al ser de arena era muy resbaladiza", nos cuenta.
Un entrenamiento muy duro y tenso, pero que se encrudecía cada vez que el atleta ucraniano echaba la vista a su alrededor y pensaba en sus compatriotas: "Lo que más me dolía era cuando miraba la televisión, a mi país, Ucrania, en una guerra".
