viernes. 22.11.2024

El pasado fin de semana tenía lugar el campeonato mundial de piragüismo, en el que muchos participantes se jugaban su plaza para los Juegos Olímpicos de Tokio. En el caso de España se proclamó con el oro en el K4 500 formado por los palistas Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Rodrigo Germad, que tiene más que asegurada su plaza en Tokio. Los españoles lograron arrebatar el título a los alemanes por una diferencia de 65 segundos. Esta competición fue la última antes de los JJ.OO.

 

El conjunto español no competía de manera conjunta desde agosto de 2019 y aseguran que ha sido más que reconfortador lograr la cima después de tanto trabajo y sufrimiento. Y es que a principios de marzo, los remeros fueron amonestados por un supuesto juego sucio según la demanda que interpuso el expresidente de la Federación Juanjo Román Mangas y el palista Carlos Garrote.

"Enseguida pasamos página. Llevamos cuatro años con el objetivo de los Juegos y no podíamos permitirnos pensar en otra cosa. Teníamos que probar el K4 nuevo (el que utilizaban quedó destrozado en un accidente de tráfico en febrero) y como teníamos que desarrollarlo en la fábrica de Portugal decidimos quedarnos trabajando allí diez días. Fueron muy buenos, centrados", recordaba el técnico, Miguel García. Situaciones complejas que el combinado español tuvo que trabajar para lograr lo que ya reluce en su trayectoria profesional, campeones del mundo.

A todo esto, se le suma el difícil año que lleva viviendo el mundo a causa de la pandemia de la Covid-19. “Llevábamos año y medio sin competir internacionalmente y estrenarnos así da mucha moral", comentó Saúl Craviotto. "Ahora queda mes y medio para los Juegos y los alemanes se pondrán las pilas", explicó sobre los grandes rivales de España. "Estamos haciendo un trabajo muy bueno, somos un cuarteto que vamos muy bien compaginados y compenetrados. Hemos salido muy fuertes y no nos han podido seguir el ritmo. Luego al final nos han apretado, pero nosotros también hemos apretado. Sabemos lo que valemos y esto nos da un extra de motivación", apuntó Marcus Copper.

A menos de mes y medio para la competición más esperada, los palistas españoles trabajan para lograr el último escalafón de este año olímpico. Sueñan con alzar el oro olímpico, que ya alguno de ellos tiene experiencia, pero no sabe igual que este, que consta de un trabajo en equipo.

El cuarteto de oro que sueña con llegar a la cima olímpica del piragüismo