La catalana, que forma parte del equipo de natación artística, aseguró en un vídeo colgado en 'Instagram' que la "primera pregunta" que hizo cuando se estaba "poniendo en forma" de nuevo para competir en Tokio tras ser madre a principios de agosto era si podría viajar acompañada por su hijo Kai pese a los problemas con la pandemia por el tema de la "lactancia", al que da mucha importancia.
"Me dijeron que no y otros deportistas colgaron esta situación difícil de elegir entre la lactancia y conciliar y unos Juegos, que no pueden ser compatibles. Hablé con el COE, el CSD y el COI e hice una petición al COI para ver si podía llevármelo. Me dijeron que sí que se podía, pero que las condiciones no las ponían ellos sino el Gobierno de Japón", relató.
Sin embargo, finalmente tuvo que tomar una "decisión muy dura" de no poder viajar con su familia porque iban a vivir en unas "condiciones incompatibles" para que tanto para su pareja y padre de Kai, Pablo, como el niño estuviesen "lo mejor posible".
"Pablo y Kai tenían que estar en un hotel que no sabíamos a cuanta distancia y no podían salir de la habitación y para yo ir a darle la lactancia las veces que fuese cada día tenía que salir de la 'burbuja' e ir a su hotel. Eso era un riesgo para el equipo y no era lo adecuado para ellos (Pablo y Kai)", añadió.
Por ello, a Carbonell le sabe "muy mal" tener que tomar una decisión y espera también que otros deportistas que "pasan por lo mismo" se unan para dar "visibilidad a esta situación y normalizarla". "Espero que a otros atletas les sirvan estas condiciones y puedan llevar a su hijo. Yo lo voy a pasar mal, voy a tener que estar 'veintipico' días con el 'sacaleches' y espero que cuando llegue pueda seguir con la lactancia y que se enganche al pecho porque es algo que me importa mucho. Quiero agradecer al equipo, al COI, COE, CSD, mis 'compis' y mi familia por ayudarme tanto y que esto sirva para futuros Juegos y otras competiciones", sentenció.