Cuando tenía apenas 29 años se sacó la licencia de piloto de aviones y tan solo cinco años después, en 1985 formaba ya parte del Equipo Acrobático de Estados Unidos, ella es Patty Wagstaff, una de las mejores pilotos de vuelo acrobático en un mundo lleno de hombres.
Este deporte hace a Wagstaff exponerse a situaciones de riesgo extremo, maniobras casi a ras del suelo, giros rápidos de 360º son algunos de los movimientos que más disfruta. A sus 70 años sigue llenándose de energía cuando se sube al avión y escucha el sonido del motor.
Con más de 15 premios a sus espaldas, en 1991 marcó un hito y se convirtió en la primera mujer que ganó el Campeonato Nacional de Acrobacias de EE. UU. en la que competía contra otros 100 participantes. Aunque esto parece ser que le supo a poco ya que ganó tres veces consecutivas este mismo campeonato, algo que recuerda con mucho orgullo. Actualmente se encuentra dando clases de acrobacias a todo tipo de pilotos, tanto militares como civiles.
Un deporte que requiere máxima concentración y fortaleza cuando gira a tanta velocidad en el aire o cerca del suelo, y eso lo sabe muy bien Patty que ni el ruido de sus pensamientos puede perturbarla.
Y aunque no lo parezca, la aviadora ha tenido miedo, y sigue teniendo miedo. Pero no por las maniobras que realiza sino cuando cruza el país con mal tiempo. Pero como ella cree, es fundamental controlar el miedo y confiar en uno mismo. Para Wagstaff lo que le ha proporcionado la aviación ha sido la libertad y la confianza en sí misma.