El Real Madrid comienza a coger velocidad terminal. Si bien es cierto que hace poco más de un mes se comentaba en los periódicos que el equipo blanco atravesaba un bache de juego y resultados, ahora los merengues parecen haber dado con la tecla para arrollar a los equipos a los que se enfrentan dando además la sensación de que no necesitan esforzarse al máximo.
La última víctima del equipo de la capital fue el Granada, que desde la marcha de Diego Martínez del banquillo es un equipo interesante, pero no ese que llegó a enfrentarse en Europa al Manchester United. Robert Moreno es un buen entrenador, pero parece que necesita algo más de tiempo para poder terminar de afinar a sus pupilos.
Esto se pudo ver con claridad durante la primera media hora de juego. El Madrid, como siempre, salió los primeros diez minutos demostrando que era domingo, mientras que el Granada subió al medio del campo a su defensa para presionar la salida del balón de los blancos. Algo que podría salir bien, si no te enfrentaras a los dos maestros del mal que son Toni Kroos y Luka Modrić.
Una vez que ambos entraron en el partido, el Madrid impuso su guión del partido con puño de hierro, metiendo dos goles antes de la media hora. El primero con un pase del alemán en profundidad que Marco Asensio mandó a la red con la pierna derecha (noticia esto hablando de Marco Asensio). El 11 del Madrid da, con algo menos de continuidad de la deseada, argumentos para que se le considere titular en este equipo. Minutos después una nueva conexión Kroos-Modrić le regalaría un gol a Nacho, que salía por Militao y necesitaba de un partido como el de ayer para resarcirse de sus últimas actuaciones.
Con el 2-0 el Madrid volvió a su estado dominguero, dejando pasar varias ocasiones que hubieran cerrado el partido. El Granada, bajo el empujón de su delantero Luis Suárez, se aprovechó de esto, anotando un gol gracias a un rebote en, precisamente, Nacho. La mala suerte está en nuestras vidas hasta en los mejores momentos.
Con este 2-1 se llegaba al descanso, donde parecía que el Granada podía dar espectáculo en la segunda parte. Pero el Madrid salió del túnel de vestuarios con el orgullo herido por no cerrar el partido y por conceder un gol, y puso una marcha más. Así, en un contragolpe de estos que llevan el sello de calidad "Chamartinesco", el Madrid conectó a Benzema con Modrić y a este con Vinicius, que sin hacer un gran partido se llevó otro gol para su casa.
El Madrid, que veía como el Granada seguía subiendo líneas pero no presionando el balón, se lanzó al ataque buscando la derrota abultada. Y aunque no conseguiría en un primer momento la goleada, lo cierto es que sí logró que tanto Monchu, nuevo lateral al que Vinicius ha mandado a terapia, como el propio entrenador del Granada fueran expulsados. Y justamente, el primero por una dura entrada al brasileño y el segundo por hablar más de la cuenta sin razón.
Los últimos 25 minutos de juego se desarrollarían con una calma típica de domingo: un gol más del Madrid dejándose llevar, minutos de juego para actores de reparto como Vallejo o Isco, y un Granada que decidió quedarse en su campo y evitar salir de su estadio goleado. 4-1 para el equipo de Chamartín, que descansa en el liderato gracias al tropiezo de la Real Sociedad frente al Valencia y que empieza a coger, definitivamente, su velocidad terminal.