El pasado 23 de abril, el catalán Sandor Martín revalidaba su título de campeón europeo de boxeo en la categoría de peso superligero tras vencer en los puntos (119-107, 117.109, 117-110) al aspirante, el británico Kay Prosper, haciendo gala de su gran técnica y experiencia en la velada organizada por la empresa Matchroom, en Barcelona.
Sin embargo, el camino que ha tenido que seguir Martín (38-2) para alcanzar la gloria del boxeo europeo ha sido muy diferente al de sus rivales. Gran parte del entrenamiento del púgil barcelonés ha tenido que desarrollarse en un campo de fútbol, después de que su gimnasio tuviera que ser cerrado por la pandemia del coronavirus.
El estadio del C.F. Montañesa, un club de fútbol de tercera división del distrito de Nou Barris, Barcelona, ha sido testigo de la preparación del campeón de Europa para revalidar su título, una puesta a punto que tuvo que alargarse más de lo debido a causa de dos aplazamientos por la pandemia. "Nuestro combate ha sido una preparación de cuatro meses, nunca había tenido una preparación tan larga y eso tanto físicamente como psicológicamente para el deportista es muy duro", relata el púgil a Antena 3 Noticias después de revalidar su título de campeón por tercera ocasión.
Ahora, Sandor Martín ha regresado al campo del Montañesa para continuar sus entrenamientos, pero antes, toca celebrar la exitosa hazaña: "Lo primero que hice fue despertarme en el hotel e irme a desayunar como un auténtico jabato".
"El límite es el cielo", afirma, con su flamante cinturón de campeón sobre el hombro. El siguiente escalón que el púgil deberá subir para alcanzarlo es lograr el título de campeón mundial, desafío para el que Martín se siente preparado: "El objetivo es ir a por el Mundial y vamos a tratar de conseguirlo, yo me veo capacitado para ello".