La reanudación de la liga ucraniana de fútbol se realizó en unas condiciones excepcionales y complicadas, por la situación bélica en la que está inmiscuida Ucrania desde hace ya seis meses. Los equipos y jugadores eran conscientes de los riesgos de esta reanudación, riesgos que ya se han hecho palpables, suspendiendo uno de los primeros partidos, obligando a los jugadores a refugiarse en un búnker.
Esta dura y triste situación se ha dado en el partido entre el Leópolis y el Járkov, donde, en pleno encuentro, por megafonía se alertó del peligro de bombardeo. En Leópolis sonaron las alarmas antiaéreas y como el resto de la población de allí, todos los jugadores corrieron a refugiarse al búnker del estadio. Allí estuvieron refugiados durante más de dos horas. Cuando el peligro pasó, los jugadores saltaron al campo y disputaron el partido, el cual duró con la interrupción cuatro horas y media.
Las autoridades dieron luz verde a la vuelta del fútbol en Ucrania como manera de animar un poco a la población ante tal situación bélica, como símbolo de paz y recuperar la normalidad. No obstante, como ha ocurrido en esta ocasión, cualquier partido puede ser suspendido.
Todos los estadios deben tener un búnker a no más de 500 metros de distancia para que todos los miembros de los equipos puedan ir a refugiarse. Tienen 15 minutos para resguardarse, si en ese tiempo las sirenas paran pueden reanudar el partido. En este caso, el partido se tuvo que suspender en varias ocasiones. Finalmente, el Járkov se impuso por 2-1.