A pesar de lo que muchos pensaban, la participación del tenista número uno Novak Djokovic en el Open de Australia no es nada segura y no está confirmada. En el sexto día del culebrón más dramático del deporte internacional con el Covid, el tenista serbio depende aún de la decisión del Ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, para poder conservar su visado.
El problema de la retirada del visado del serbio sería la posterior deportación del deportista del país. De esta manera sería el primer grand slam del año que perdería el serbio, sin dejarle la posibilidad de defender su título conseguido el año pasado. El serbio admitió "errores humanos" en su documentación de viaje, errores que las autoridades australianas están investigando, mientras aún se analizan las declaraciones del tenista sobre su postura ante la vacunación. Ya que para viajar aún habiendo dado positivo el mes pasado, debería portar en su documentación el pasaporte Covid.
Son cientos los fans que piden el cese de la investigación sobre su tenista favorito, sobre todo sus compatriotas que, ya llega hasta a las personas importantes del mundillo. La primera ministra serbia ha mostrado al contrario ha recalcado que "hay incumplimiento de reglas" posicionándose más diplomáticamente a favor de la decisión que opten las autoridades.
A pesar de todo, el serbio intenta aislarse de todo el ruido mediático y legal entrenando. Djokovic continua con su preparación para participar en el grand slam que ya ganó el pasado año y donde busca renovar su título. Hoy fue su tercer entrenamiento mientras espera una decisión del gobierno "aussie" que parece que no va a llegar pronto, siendo un contrarreloj para el Open de Australia
