Casi uno de cada cinco adultos (24,6%) - que tenían una situación económica mala o muy mala en su adolescencia la sigue teniendo en 2023, según la encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del años 2023 del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por el contrario, el 9,2% de los adultos (personas entre 25 y 59 años) que vivían de adolescentes en hogares con una situación económica mala o muy mala, en 2023 tenían ingresos altos.
La encuesta también refleja que el 16,9% de los adultos que vivían en hogares con una situación económica buena o muy buena tenía ingresos bajos el año pasado, mientras que el 24,3% tenía ingresos altos. Esta diferencia en los porcentajes es inferior a la estadística del INE de 2019 (13,2% con ingresos bajos y 30,0% con ingresos altos).
Asimismo, expone que el 53,1% de los adultos con situación económica buena o muy buena en la adolescencia tenía educación superior en 2023, frente al 23,3% de los que tenían una situación económica mala o muy mala.
UN 19,3%, CON EDUCACIÓN PRIMARIA O INFERIOR
En concreto, de los adultos que vivían en hogares con una situación económica mala o muy mala cuando eran adolescentes, un 19,3% tenía educación primaria o inferior en 2023. En la encuesta de 2019 este porcentaje fue de 26,9%. Por su parte, el 5,2% de los adultos que vivían en hogares con una situación económica buena o muy buena tenía el año pasado educación primaria o inferior, lo que supone un 2,2% más que en 2019.
Por grupos de edad, el 25,4% de los adultos entre 25 y 44 años que vivían en hogares con una situación económica mala o muy mala en su adolescencia tenía educación superior en 2023. Este porcentaje alcanzó el 21,4% en los adultos entre 45 y 59 años.
Asimismo, el 58,0% de los adultos entre 25 y 44 años que vivían en hogares con una situación económica buena o muy buena tenía educación superior. Este porcentaje fue del 46,6% para los adultos entre 45 y 59 años.
Respecto al nivel de formación de los padres, el 40,1% de los adultos entre 25 y 59 años cuyos progenitores tenían un nivel de estudios de educación secundaria de primera etapa o inferior había alcanzado este mismo nivel de educación en 2023. Por su parte, el 36,2% tenía educación superior.
Mientras, el 5,9% de los adultos entre 25 y 59 años cuyos padres tenían educación superior había alcanzado el año pasado un nivel de secundaria de primera etapa o inferior, y un 77,4% estudios superiores.