La apuesta de sostenibilidad de Heineken persigue reducir las emisiones que se producen al cultivar las materias primas y abrir vías de colaboración con la Administración Pública para apoyar el progreso social y económico de las comunidades, según la compañía.
El 67% de la malta y el 100% del maíz que la compañía ha adquirido durante 2020 proceden de cultivos sostenibles certificados. Además, la cervecera trabaja para lograr la certificación sostenible de otras materias primas como lúpulo, manzanas para sidra, concentrados de fruta, azúcar y trigo.
Asimismo, la cervecera ha puesto en marcha un pionero "protocolo de cultivo y técnicas saludables de cebada de calidad maltero-cervecera". La iniciativa es un instrumento clave para clasificar y priorizar aquellos cultivos que cumplen con los requisitos establecidos para garantizar una calidad de máximo nivel. E incluye técnicas agrícolas que favorecen una mayor adaptación de los cultivos a los efectos del cambio climático.
Así lo confirma la directora de Relaciones Corporativas de Heineken España, Carmen Ponce: "Tenemos un firme compromiso con los proveedores locales y el uso de ingredientes de origen local y sostenible, a fin de seguir elaborando cervezas que le gusten al mundo: a la sociedad y al planeta. Es nuestra manera de crear valor compartido, del campo al consumidor".