El coste por hora trabajada se disparó un 7,5% en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2023, registrando así su mayor alza desde la llegada del Covid, en el segundo trimestre de 2020, según los datos provisionales del Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA) publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Con el repunte del periodo enero-marzo, que amplía en 1,5 puntos el experimentado en el trimestre anterior, el coste laboral encadena once trimestres de alzas interanuales.
El del primer trimestre de 2024 ha sido el avance interanual más pronunciado desde que irrumpió la pandemia, concretamente desde el segundo trimestre de 2020, cuando subió un 8,1% interanual.
Por componentes, el coste salarial se incrementó en el primer trimestre del año un 7,3% en relación al mismo trimestre de 2023, en tanto que los otros costes subieron un 8%. El coste laboral, excluyendo pagos extraordinarios y atrasos, creció un 7,6% interanual entre enero y marzo.
Eliminando los efectos estacionales y de calendario, el coste laboral por hora trabajada avanzó un 4,5% en el primer cuarto del año en relación al mismo periodo de 2023, tasa un punto inferior a la del trimestre previo.
Con este repunte, se encadenan también once trimestres de tasas positivas en la serie corregida.
En tasa trimestral (primer trimestre de 2024 sobre último trimestre de 2023), el coste laboral por hora trabajada aumentó un 0,8% en la serie corregida de efectos estacionales y de calendario, cuatro décimas menos que en el trimestre anterior. Con esta subida también se acumulan ya once trimestres de alzas trimestrales.
Sin tener en cuenta el ajuste estacional y de calendario, el coste laboral se desplomó un 8,4% entre enero y marzo debido, fundamentalmente, al menor peso de los pagos extraordinarios respecto al trimestre anterior.