La escasez de agua comienza a ser uno de los problemas globales más relevantes y complejos, pero la digitalización del sector agrícola a través de la implementación de tecnologías de vanguardia permite afrontar esta problemática haciendo un uso más eficiente de este recurso.
Si un agricultor pudiese conocer cuál es el mejor momento para el riego y la cantidad exacta de agua que necesita su cultivo cada día, podría realizar un riego óptimo, evitando las aplicaciones de agua innecesarias y haciendo un uso más preciso y eficiente del agua. Esta posibilidad ya es una realidad.
Los investigadores Carmen Flores, Rafael González, Pilar Montesinos y Emilio Camacho, de la Unidad de Excelencia María de Maeztu - Departamento de Agronomía de la UCO (DAUCO) han desarrollado un sistema de apoyo a la toma de decisiones para riego que realiza una programación óptima del riego para siete días mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC's) y a partir de predicciones climáticas, información de sensores de humedad y contadores de riego instalados en campo e información característica de la propia finca. Esta herramienta, diseñada para cultivos leñosos en exterior y hortícolas de invernadero, permite no sólo programar el riego, sino que también hace un análisis del riego realizado durante toda la campaña y permite obtener un inventario de Huella Hídrica del cultivo en cuestión. "Con toda esta información recabada por los dispositivos se hace un inventario del agua utilizada, que junto con la información de las necesidades hídricas del cultivo en la campaña permite realizar un análisis del nivel de adecuación del riego aplicado, lo que a su vez facilita la detección de ineficiencias " explica la investigadora Carmen Flores.
Este modelo se probó durante una campaña en una finca de naranjos y un cultivo de tomate de invernadero, aunque también se adaptó para olivar y otros hortícolas en invernadero como berenjena, pimiento y pepino.
Como resultados, en el caso del tomate se comprobó que la recomendación de riego del modelo y el riego realizado por el regante en el invernadero eran prácticamente iguales y se ajustaban bastante a las necesidades reales del cultivo. Sin embargo, en el caso del naranjo la comparación entre el manejo real y la recomendación del modelo desarrollado muestran que, ante un mismo consumo de agua de riego, las diferencias en el manejo del mismo (en cuanto a frecuencia y duración de lo evento de riego), afectan al aprovechamiento del agua en el suelo. También se demostró que la aplicación de estrategias de riego deficitario controlado permite reducir hasta un 20% el uso de agua para riego.
"Este sistema determina cuál es el momento óptimo para regar y la cantidad exacta de agua que necesita el cultivo" resalta la investigadora. Además, gracias a las TIC's y la información tomada en tiempo real por los dispositivos de monitorización instalados en campo, el modelo va actualizando diariamente la información de la programación de riego, que variará en la medida que lo haga el contenido de humedad en el suelo y las predicciones climáticas y de precipitación.
Gracias a la tecnología, se consigue hacer un uso óptimo de un recurso escaso como el agua lo que permite ofrecer productos más sostenibles a los consumidores.