En estas fechas, una gran parte de comercios son decorados durante semanas con luces, árboles navideños y belenes, pero, en San Sebastián, hay una particular tienda de zapatos que saca a su escaparate una misteriosa maqueta de madera que representa una catedral de 1,36 metros de altura, desde hace dos décadas. Enigma del cual nadie ha sabido hasta ahora la respuesta.
Jorge Pons es hijo de la fundadora de Calzados Larra, abiertos desde el 2 de noviembre de 1941 en la capital guipuzcoana. Primero estuvo en el 23 de la calle Hernani y desde 1996 en la calle San Marcial número 31. Jorge Pons cuenta que la maqueta “la adquirimos mi madre y yo a un anticuario de Menorca hace ya 30 años”. Y, es que, a la familia Pons le une un vínculo con la isla porque “mi padre era natural de Ciudadela, en Menorca”.
La reproducción está a la vista en el interior del comercio durante los 11 meses primeros del año, pero en Navidad sale al escaparate de esta zapatería junto a algunos de los modelos exclusivos que venden. Muchos son los que se acercar con gran curiosidad estos días para ver la maqueta y fotografiarla. El objetivo es hacerse con el premio de 1.000 euros que Pons ofrece a quien sea capaz de documentar a qué catedral original pertenece la reproducción. “Nosotros tampoco lo sabemos, por eso es necesario presentar fotos, planos o informes que avalen su origen”.
El enfado del cura
“Se acerca mucha gente a hacer fotos que piensan que luego van a encontrar la información en Google, pero no es tan fácil”, advierte este comerciante. La expectación ha crecido conforme han ido pasando los años y el enigma de la catedral de Calzados Larra sigue sin resolverlo nadie.
Dos décadas que han ido reuniendo anécdotas en la memoria de Pons. Recuerda la ocasión donde un sacerdote de Puente la Reina “se enfadó muchísimo conmigo” porque estaba seguro de que la maqueta pertenecía a una catedral levantada en una isla chilena. “Finalmente, tuvo que reconocer que no se parecía en nada, pero lo que me costó que entrara en razón”.
Incluso profesionales de la arquitectura han intentado dar una respuesta a esta incógnita, o al menos, a apuntar sus tesis al respecto. “Algunos me han dicho que puede tratarse de un proyecto para una catedral que finalmente se modificó o la reproducción de un edificio que ha podido desaparecer durante algún conflicto bélico”, cuenta.
Nadie ha logrado responder a qué catedral pertenece esta maqueta por el momento, por lo que todavía cabe la posibilidad de hacerse con el premio que ofrece Pons, p al menos hasta después de reyes. A partir de entonces, habrá que volver a esperar a las navidades de 2024 para tratar de resolver el enigma.
