En el mismo han participado diferentes sistemas de armas antiaéreos y plataformas aeromóviles. La misión de estos últimos ha sido la ejecución de maniobras evasivas consiguiendo mejorar la preparación tanto de los pilotos de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra, como de las unidades antiaéreas participantes en el mismo.
Durante el ejercicio, se han puesto a prueba las capacidades de supervivencia y actuación de la Batería Mistral del GACA X, dado que, las aeronaves participantes han hecho uso de sus sistemas de guerra electrónica, obligando a la Batería a operar en un ambiente electromagnético degradado. Por otro lado, la saturación del espacio aéreo, tanto por el número de aeronaves como por la duración de las ventanas de vuelo, ha puesto a prueba a la unidad con la intensidad necesaria y suficiente. Este tipo de oportunidades de adiestramiento con integración en el sistema de defensa antiaéreo, trabajo en ambiente electromagnético degradado y saturación del espacio aéreo tienen un elevado valor para todas las unidades participantes por el alto nivel de rendimiento que se obtiene en lo que a preparación se refiere.
Así, la participación de la Batería Mistral del GACA X en este tipo de ejercicios permite mantener y mejorar las actuales capacidades de combate antiaéreo y de integración en el Sistema de Defensa Aéreo, tanto nacional como de una Zona de Operaciones, a través de su Centro de Operaciones Semiautomático Ligero (COAAAS-L) y su enlace con el Centro de Operaciones Semiautomático Medio (COAAAS-M) del Grupo de Artillería Antiaéreo II/71, unidad que ha liderado el ejercicio