Polémica en una pequeña población de Ourense, de menos de mil habitantes, en la que se ha aprobado una norma que ha caído como un jarro de agua fría a quienes viven de los animales y el medio rural. El escrito, aprobado por todos los grupos municipales, recoge que las vacas deben ir acompañadas, por la vía pública, por más de una persona, deben transitar por la derecha y lo que ensucien tendrán que recogerlo sus dueños. "Es una ordenanza que ya existe en muchos otros ayuntamientos, incluso más pequeños. No entiendo el revuelo", explica el alcalde, Vicente Gómez.
Son muchos los vecinos que apoyan la ley porque dicen ser víctimas del ganado de otros habitantes de la zona. "Pasan por delante de casa con diez vacas y dejan toda la calle sucia", comenta un vecino. Otro, mientras muestra la acera que da a su vivienda, confirma lo que dice el primero. "Yo, en mi tiempo libre, tengo que salir a limpiar para no dejar el suelo de mi casa sucio", se queja.
Pero, al otro lado, están los ganaderos. Las viviendas no están pegadas a las zonas a las que los animales deben ir a pastar e, inevitablemente, deben hacer uso de la vía pública. "Yo no puedo decirle a las vacas o a las cabras que no hagan sus necesidades por la calle, y tampoco puedo ir recogiendo todo lo que ensucien. Es inviable", cuenta Isaac, quien cuenta con varios animales.
A su lado otro ganadero joven que se queja de las posibles multas a las que se vayan a enfrentar. "Las sanciones van de los 750 a los 1500 euros y eso no es apropiado. Es más, es ridículo", cuenta.
La polémica por la normativa ha hecho crecer, además, la tensión entre unos y otros en este pueblo.