La subcomisión sobre cannabis medicinal del Congreso de los Diputados vota este martes el informe final de conclusiones para regular o no el uso terapéutico de esta sustancia.
En la subcomisión, iniciada en febrero, han comparecido multitud de expertos, así como representantes de experiencias gubernamentales internacionales que ya han llevado a cabo la regulación del cannabis con fines terapéuticos, como Alemania, Canadá o Uruguay.
La posición entre los grupos varía en algunos aspectos pero, atendiendo a los informes de cada partido, probablemente se llegará a un acuerdo para su regulación, con el texto del principal partido del Gobierno, el PSOE, como hoja de ruta. Se espera que los grupos a la 'izquierda' de los socialistas metan presión para ir más allá en determinados aspectos, mientras PP y VOX se muestran reacios.
Uno de los puntos que más tensión ha generado es el área de dispensación. Mientras los socialistas reclaman que se realice solo a través de los hospitales y con "plenas garantías de seguridad", desde Unidas Podemos, por ejemplo, instan a que se realice también en farmacias, en línea con la postura de los pacientes.
En cuanto a las indicaciones que podrían tener estos preparados de cannabis, el PSOE admite que "son limitadas". "En el momento actual parecen concentrarse en la espasticidad en pacientes con esclerosis múltiple, algunas formas de epilepsia y el dolor crónico no oncológico (incluido el dolor neuropático)", esgrimen. En cualquier caso, tanto PSOE como Podemos instan a la realización de nuevos estudios que "pueden aportar más indicios".
Bildu, ERC y PNV apuestan por que los preparados de cannabis puedan ser prescritos también en la Atención Primaria, y no solo en los hospitales, como propone el PSOE, o en las farmacias, como reclama UP. También añaden otras enfermedades contra las que se podría prescribir, como el "dolor crónico por dolor neuropático y oncológico, la estimulación del apetito en cuidados paliativos asociados a tratamientos oncológicos y VIH, el síndrome de Gilles de la Tourette o glaucoma".
El resto de socios de investidura del Gobierno también se alinean más con los postulados de Unidas Podemos que con los del PSOE. E incluso en algunos ámbitos van más allá. Mientras que los dos partidos que sustentan al Ejecutivo hablan de que la evidencia científica sobre el uso del cannabis con fines terapéuticos es "limitada", ERC y Bildu defienden que es "suficiente" y PNV "moderada".
Los socios de Gobierno también difieren en cuanto a cómo tienen que ser los productos de cannabis dispensados. El PSOE quiere "fórmulas magistrales a partir de extractos o preparados estandarizados de cannabis para su uso directo en determinados casos, asegurando su estabilidad y uniformidad".
Por su parte, UP y otros socios de investidura buscan fórmulas a través de "extractos, preparados estandarizados o las sumidades floridas del cannabis", es decir, cogollos, que "hoy no tienen una autorización de comercialización para poder dar respuesta a aquellos pacientes a los que se les prescriba a través de los canales establecidos, con plenas garantías de seguridad, y en las que pueda conllevar una mejora frente al tratamiento establecido".
Los tres partidos nacionalistas también apoyan a Unidas Podemos en la ambición de que también se pueda usar la flor de la planta, frente a la oposición del PSOE. Por ejemplo, PNV defiende que "la existencia de preparados estandarizados como por ejemplo preparados de flores de cannabis" podría suponer "una ventaja en términos de calidad, trazabilidad, dosificación, estabilidad y manejo".
PNV, ERC y Bildu, como partidos procedentes de comunidades autónomas, rechazan la necesidad de que se ponga en marcha un registro de pacientes, al contrario que PSOE e incluso Unidas Podemos.
PP Y VOX, EN CONTRA; CIUDADANOS, A FAVOR
Por su parte, tanto Partido Popular (PP) como VOX han rechazado la regulación del cannabis medicinal debido a la falta de "evidencia científica sólida". "Todavía no hay evidencia científica sólida que permita la legalización de esta sustancia", resume el PP en su postura, donde muestran sus dudas acerca de que haya estudios suficientes que respalden su regulación con fines terapéuticos.
Por todo ello, consideran que "no tiene sentido" que se recoja una propuesta de distribución del cannabis medicinal ni a través de farmacias ni de hospitales. Así, condicionan todos los avances en la regulación a la "autorización por el organismo regulador", es decir, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad.
Antes, reclaman la elaboración de un libro blanco liderado por el Ministerio con el que "esclarecer desde el rigor y la evidencia científica los niveles reales de calidad, eficacia y seguridad del uso medicinal del cannabis en España, teniendo en cuenta para ello la participación y las aportaciones de organismos públicos, del ámbito asistencial, de la investigación, de instituciones privadas, sociedades científicas, asociaciones de pacientes, tanto nacionales como del ámbito internacional".
VOX no ha realizado ningún tipo de propuesta para la regulación del cannabis, centrándose en advertir de las consecuencias para la salud de esta "droga de abuso". Igualmente, acusan los partidos de izquierdas de querer legalizar su uso terapéutico como primer paso hacia el de ocio. "Lo que pretende la izquierda es que la legalización del uso medicinal sea seguida de la legalización del uso recreativo", argumentan.
La formación liderada por Santiago Abascal esgrime que "ninguno" de los ponentes en la Subcomisión presentó "datos fehacientes y cuantitativos sobre las necesidades no cubiertas y sobre el número de potenciales pacientes beneficiarios".
En cambio, Ciudadanos se ha desmarcado de la posición de PP y VOX. De hecho, se sitúa incluso más cerca de los postulados de Unidas Podemos, ERC, PNV y Bildu que de los del texto original del PSOE. Por ejemplo, quieren que se distribuya en cualquier farmacia una vez sea prescrito por médicos de la sanidad pública. Sin embargo, sí se alinean con los postulados del PSOE en cuanto al registro de pacientes a los que se prescribe el cannabis.
LOS PACIENTES: "NO DEBEMOS PERDER LA OPORTUNIDAD"
Por parte de los pacientes, desde el Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OECM) han insistido en que no se debe "perder la oportunidad de realizar una regulación lo más amplia posible". En primer lugar, resaltan que la propuesta "no debe dejar fuera, en ningún caso, a miles de pacientes como son los pacientes oncológicos, ya que no existe ninguna argumentación basada en la evidencia científica para tal exclusión".
De la misma forma, consideran que la prescripción debe ser llevada a cabo "por todos los profesionales de la medicina, desde la primera línea que forman los especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria así como los especialistas de áreas específicas, ya que es la única vía que puede asegurar que la regulación tiene incidencia en cualquier paciente que lo necesite".
También consideran que la dispensación de extractos o preparados estandarizados de cannabis, así como de las formulaciones magistrales y preparados oficinales, ha de realizarse "desde todas las farmacias comunitarias del Sistema Nacional de Salud, ya que es la única forma de asegurar el acceso rápido, seguro y controlado a los productos para cualquier paciente que lo necesite".
Por último, defienden que los pacientes deben tener acceso a "todo tipo de extractos, preparados estandarizados de cannabis o formulaciones magistrales como los que están disponibles en otros países europeos: preparados de flores de cannabis, extractos de aceite o granulados".