Casi dos semanas después de la devastadora DANA que afectó a varias comarcas de Valencia, Paiporta, una de las localidades más golpeadas por las inundaciones, ha visto surgir un curioso punto de avituallamiento en uno de sus accesos: una “zapatería” de botas de voluntarios. Decenas de pares de botas, en su mayoría de agua y algunas de montaña, han sido depositadas allí por quienes ayudaron en las labores de limpieza, para que otros puedan hacer uso de ellas en su turno de voluntariado.
Este original punto de intercambio no solo es práctico, sino que refleja la solidaridad entre los voluntarios que llegan a diario al municipio para apoyar en la limpieza de calles, aún cubiertas de barro, especialmente en el casco antiguo. Las botas están organizadas por pares y ordenadas, incluso con opciones para niños, facilitando así que cada persona encuentre el calzado adecuado para la labor.
Con la previsión de lluvias que se esperan nuevamente a partir de este miércoles, expertos sanitarios han aconsejado a los voluntarios y residentes el uso de botas para evitar el contacto directo de la piel con el barro, minimizando así riesgos sanitarios.
Esta “zapatería” es solo una de las iniciativas que se han creado en Paiporta, donde aún se mantienen puestos de comida y bebida para quienes colaboran en la limpieza. Al igual que en otras zonas afectadas, Paiporta contó con grandes puntos logísticos en los primeros días de la emergencia, donde se repartieron herramientas esenciales para comenzar la tarea de despejar las calles.