Los días que hace calor provocan que te cuete más entrenar, esto se debe a que necesitas un hacer esfuerzo extra para adaptarte a la situación cuando hay una temperatura elevada.
Crown Sport Nutrition, explica que un aumento excesivo de la temperatura corporal te provoca cansancio e incluso, podría darte un golpe de calor y producirte lesiones como espasmos musculares. A pesar del riesgo, hay unas recomendaciones que te ayudarán a no tener que renunciar a tu entrenamiento los días de calor.
Dieta para entrenar con calor
Todo lo que comas antes y después de entrenar influirá en tu entrenamiento, en su efectividad y por supuesto, en tu bienestar. Pese a que siempre es importante cuidar tu alimentación, en los días de mucho calor es aún más imprescindible que antes y después de entrenar consumas alimentos ricos en agua. Sergio Daza, director de Salud de Zagros Sports Puerta de Europa, recomienda que sean frutas y verduras de temporada ya que contienen más agua. Por ejemplo, la sandía, ciruela, uva, berenjena, tomate y calabaza. También, debes evitar las bebidas y comidas calientes antes y después del entrenamiento ya que ralentizan las digestiones.
Olvídate de la faja
Hay quienes utilizar una faja a la hora de entrenar, sin embargo, los expertos aseguran que lo que consigues es perder agua y electrolitos y además, te provoca una sudoración excesiva que no tiene ningún objetivo útil en la pérdida de peso. El experto Zagros pide evitar esta prenda y el exceso de ropa bajo la creencia de que al sudar más y se quema más. Este pensamiento es erróneo que tan solo te llevará a perder más líquidos y a tener un mayor riesgo de deshidratación poniendo tu vida en riesgo.
Sobrehidratación
Los expertos de Crown Sport Nutrition, aseguran que la pérdida de agua y de electrolitos durante los entrenamientos con calor es inevitable, por ello, aconsejan reforzar la hidratación antes de salir a entrenar, bebiendo entre 1 y 2 litros de agua para activar así el sistema de sudoración.
Lo que debes beber antes y después de entrenar
Durante el entrenamiento es importante hidratarse y beber agua a pequeños sorbos, mientras que después, es mejor tomar una bebida isotónica, debido a que el exceso de calor y el aumento de sudoración nos hace perder sales minerales, algo difícil de recuperar solo con agua. Asimismo, debe contener el mínimo azúcar posible.
Indumentaria
Cuando se entrena con calor es mejor evitar el color negro (absorbe la luz y el calor) y además, será aún mejor si la ropa es de materiales livianos, si es posible transpirables para tener un mayor control de la temperatura de nuestro cuerpo.
Reduce la intensidad
El calor exige a tu organismo un esfuerzo extra para adaptarse a esas condiciones, por lo que es mejor que rebajes la intensidad de tu entrenamiento. Sergio Daza explica que “En el caso de entrenamiento de fuerza no lo notarás en exceso, pero si tu entrenamiento es cardiovascular si deberás controlar la intensidad y reducirla ante un calor excesivo, ya que se aumenta la sudoración pudiendo provocar deshidratación (mareos, aumento de pulsaciones…), algo terrible en cualquier persona y mucho más en una persona que está practicando actividad física”.
El mejor momento
Si vas a entrenar al aire libre, debes adaptar la hora de entrenamiento a la temperatura. Por ello, tal y como recomienda el director de Salud de Zagros Sports Puerta de Europa, lo mejor es “no entrenar en las horas centrales del día y siempre buscar la primera hora de la mañana o la última hora de la tarde cuando se suavizan las temperaturas”. En caso de no poder llevar cabo el entrenamiento al completo a primera hora o a última, el experto aconseja que lo fracciones para que lo ejecutes en esas franjas horarias recomendables.