A pesar de la constante lucha contra la gordofobia y el afianzamiento de este cambio social, varias marcas de moda buscan economizar el movimiento body positive. En este sentido, buscan obtener los beneficios que aporta ser una "marca inclusiva" sin efectuar cambios significativos, como, por ejemplo, en su rango de tallas. Esto se asemejaría a lo que en sostenibilidad se conoce como green washing, es decir, usar la etiqueta "sostenible" sin cumplir con la normativa que conlleva su uso. Esto se está extendiendo a la diversidad corporal, dando lugar a un nuevo término: fat washing.
Actualmente, cada individuo tiene el poder de reclamar esos cambios reales, tanto por redes sociales (por ejemplo, el famoso hashtag #MakeMySize originado por la activista Kate Sturino), como a la hora de decidir comprar. De este modo, el consumidor debe apoyar y apostar por aquellas firmas que demuestran un verdadero compromiso por la inclusión, sin dejarse llevar por otras que lo aplican como mera estrategia de marketing.
Marcas con tallas grandes que encabezan el cambio
"La diversidad no se trata solo de etnia, sino también de género y tipo de cuerpo. En la moda, ¡todo el mundo está incluido!", expuso Steven Kolb, presidente del CFDA, previamente a la temporada de desfiles. Lo cierto es que la inclusión de cuerpos diversos ya se está dejando ver en la pasarela, como la firma Michael Kors, que fue una de las primeras en incluir modelos de tallas diversas en sus desfiles. Además de los ídolos ya conocidos de la diversidad corporal, como Ashley Graham o Candice Huffine, nuevos rostros como el de Paloma Elsseser están brotando y logrando hacer historia. Pues, esta primavera, sumó dos nuevos hitos en la profesión, convirtiéndose en la primera de su talla, la 46, en desfilar para Lanvin y Fendi.
En la New York Fashion Week se ha batido un récord: 68 modelos de talla grande en 19 desfiles. Por otro lado, el desfile de Tommy Hilfiger × Zendaya reunió a 12 modelos de talla grande (incluidas 10 mujeres negras). No obstante, Rihanna con su desfile Savage x Fenty Show, ha conseguido suplir a la firma de lencería Victoria's Secret, bajo su lema "celebrando la audacia, la confianza y la inclusión". Junto a las delgadas hermanas Hadid pudimos ver a la actriz transgénero Laverne Cox de la serie Orange is the New Black y a Paloma Elsesser.
Asimismo, la celebración de todo tipo de cuerpos también, ha sido acogida en los desfiles de Prabal Gurung, Michael Kors o Kate Spade, e incluso ha llegado a infiltrarse en París por medio de las firmas Koché, Alexander McQueen, Mugler, Chanel etc. Así pues, la mítica maison francesa incluyó por primera vez a modelos no normativas, como a Jill Kortleve. La modelo holandesa, a sus 25 años, con su talla 42, le dedicó un mensaje con trasfondo a sus seguidores de Instagram: "Si no puedes amarte a ti mismo, ¿Cómo puedes amar a alguien más?".
En España, Zara ha incluido (en muy pocas prendas) el rango de talla XXL y ha elegido como estrella de su catálogo a la modelo Paloma Elsesser. No obstante, tiene un grave problema con sus tallajes, puesto que la XXL de Zara coincide con una talla 44 de una tienda como H&M, la cual, suele ser más inclusiva en su rango de tallas ya que normalmente, incluyen hasta la 46 en todas sus prendas.
Mango lideró este movimiento creando, hace más de una década, la línea Violeta by Mango. Cada vez existen menos córners y tiendas exclusivas, debido a que la firma catalana está ofertando una mayor diversidad de tallas.
Otra de las grandes defensoras del cambio es &Other Stories. El año pasado, la campaña de baño de la marca dejó a un lado el Photoshop y las medidas 90-60-90 para demostrar a sus clientas, que sus modelos no escondían ni la celulitis ni los michelines. Este ejemplo lo han seguido muchas otras firmas, como Etam: la marca francesa escoge a mujeres de todas las tallas para enseñar sus bikinis y bañadores dejando clara su ruptura con los estereotipos estéticos.
Sin embargo, las mujeres con cuerpos no normativos necesitan más que una multiplicación de los centímetros de tela, sino un patronaje adaptado a la forma de sus cuerpos. Por ello, continúan siendo imprescindibles las firmas inclusivas como Asos, Shein, Vero Moda, Soncy, Pink Clove o Universal Standard.
Por otro lado, para los que tengan un nivel adquisitivo más alto y se lo puedan permitir, existen firmas como Good American, del clan Kardashian, o Mary Katrantzou, Christopher Kane o Diane von Furstenberg, las cuales han aumentado su tallaje para dirigirse hacia un público con cuerpos de talla grande.
Hay que tener claro, que el cambio no puede lograrse con solo campañas, imágenes o estrategias de marketing, sino que también, debe darse entre bambalinas: de directores y agentes a representantes y publicistas. Incluir una diversidad física puede suponer un cambio radical en el tipo de productos que se crean. La transformación se logra paso a paso y, sobre todo, si se cuenta con gente que tenga poder saltando a la palestra. Asimismo, el movimiento requiere más apoyo y responsabilidad en todo el ecosistema si perseguimos el objetivo de llegar a un escenario en el que todos los cuerpos reciban un trato igualitario.