La desaparición total del hielo marino en el Polo Norte es una amenaza inminente, según un estudio publicado en Nature Communications. Liderado por la investigadora Alexandra Jahn, de la Universidad de Colorado, el informe señala que el Océano Ártico podría enfrentar su primer día sin hielo en los próximos tres años, cuando la cobertura se reduzca a menos de un millón de kilómetros cuadrados.
Desde 1979, el Ártico ha perdido aproximadamente un 15% de su hielo marino. Este acelerado derretimiento, provocado principalmente por el cambio climático, es atribuido a las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la quema de combustibles fósiles. Actualmente, el hielo se derrite a un ritmo superior al 12% por década. En septiembre de 2024, el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo reportó uno de los niveles más bajos de cobertura desde 1978, con apenas 4,28 millones de kilómetros cuadrados.
El hielo marino no solo regula el clima global al reflejar la luz solar, sino que su ausencia incrementa la absorción de calor en el océano, intensificando el calentamiento global. La investigadora Céline Heuzé advierte que fenómenos extremos, como las olas de calor, pueden acelerar este proceso. En marzo de 2022, algunas zonas del Ártico registraron temperaturas 27 °C por encima del promedio histórico.
A pesar de esta alarmante predicción, los expertos mantienen cierta esperanza. Jahn asegura que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero podría retrasar la desaparición total del hielo marino, el cual podría recuperarse en unas pocas décadas si se adoptan medidas adecuadas, a diferencia del hielo continental en Groenlandia o la Antártida, cuyo proceso de recuperación tomaría siglos.
Estos hallazgos serán presentados el 9 de diciembre durante la reunión anual de la Unión Geofísica Estadounidense en Washington D.C., donde se discutirá el futuro del Ártico y las posibles soluciones para frenar esta crisis climática.