miércoles. 01.01.2025

En Corea del Norte, bajo el régimen de Kim Jong-un, las separaciones matrimoniales han sido catalogadas como un acto "antisocialista", y las autoridades han impuesto severos castigos para quienes opten por el divorcio. De acuerdo con informes, las parejas que se divorcien serán enviadas a campos de trabajo durante seis meses como forma de "expiar sus crímenes".

Un cambio radical en el enfoque del castigo

Anteriormente, solo el cónyuge que iniciaba el divorcio enfrentaba sanciones, incluso en casos de abuso doméstico, según reporta el diario The Sun. Sin embargo, las nuevas disposiciones aplican penas a ambos miembros de la pareja una vez que el proceso de divorcio se ha completado, marcando un giro significativo en la política de control social del país.

Factores detrás del aumento de divorcios

Desde 2020, los índices de divorcio en Corea del Norte han experimentado un incremento notable. Esto coincidió con el inicio de la pandemia de Covid-19, que llevó al país a un estricto confinamiento. La crisis económica resultante dificultó que muchas familias pudieran mantenerse a flote, exacerbando las tensiones domésticas y contribuyendo al colapso de numerosos matrimonios.

Para contrarrestar esta tendencia, el régimen comenzó a imponer medidas punitivas contra quienes optaran por separarse. Estas medidas buscan desalentar las disoluciones matrimoniales en medio de un contexto económico y social ya de por sí crítico.

Campañas dirigidas especialmente a las mujeres

El año pasado, el gobierno norcoreano puso en marcha una campaña educativa con un enfoque particular en las mujeres, instándolas a evitar el divorcio. Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia para preservar la estabilidad familiar como pilar de su ideología estatal, incluso a costa de las libertades individuales.

Una visión oficialista del matrimonio

En el régimen de Kim Jong-un, el matrimonio no solo es una unión personal, sino un símbolo de lealtad al estado. Las separaciones son vistas como una amenaza al orden social, lo que explica las medidas extremas adoptadas por las autoridades.

Mientras el gobierno refuerza su control sobre las vidas privadas de sus ciudadanos, las historias de quienes enfrentan estas políticas reflejan el costo humano de vivir bajo uno de los sistemas más represivos del mundo.

Corea del Norte manda a prisión y campos de trabajo a las parejas divorciadas