viernes. 18.10.2024

Julian Assange, fundador de Wikileaks, ha ratificado este miércoles en un juzgado de las Islas Marianas el acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos que conmutaba su tiempo en prisión y lo declaraba en libertad a cambio de declararse culpable de espionaje. Este desenlace se ha producido tras un periplo legal de más de 14 años, que incluyó su reclusión en la Embajada de Ecuador y su encarcelamiento en Reino Unido.

El inicio del conflicto

El conflicto comenzó en 2010, cuando Assange publicó la mayor filtración de documentos clasificados en la historia de Estados Unidos, revelando ataques a civiles en Irak y Afganistán y el maltrato de presos en Guantánamo. La Justicia sueca emitió una orden de arresto por cargos de abuso sexual, que más tarde se retiraron, pero esto dio inicio a una serie de procesos legales, incluyendo las acusaciones de espionaje por parte de Estados Unidos que lo llevaron a refugiarse en 2012 en la embajada ecuatoriana en Londres, donde pasaría siete años.

Cambio en la política estadounidense

Durante el mandato de Barack Obama, Chelsea Manning fue enviada a prisión por ser la filtradora principal de Assange, aunque fue indultada en 2017. La política de seguridad cambió con la llegada de Donald Trump, quien centró parte de su enfoque en Wikileaks. En 2019, tras cambios en la presidencia de Ecuador, las autoridades británicas arrestaron a Assange y lo enviaron a la prisión de Belmarsh, donde ha pasado los últimos cinco años, intentando evitar su extradición a Estados Unidos.

Presión internacional y negociación

La campaña de presión popular y el apoyo de líderes internacionales y organizaciones como Amnistía Internacional llevaron al Gobierno de Joe Biden a negociar para cerrar un caso que podía afectar su imagen. El acuerdo, que implicaba la colaboración de la Justicia británica, fue finalmente ratificado en las Islas Marianas, un archipiélago estadounidense en el Pacífico, elegido por su seguridad y proximidad a Australia, destino final de Assange.

El papel de Australia

Australia ha jugado un papel crucial en todo este proceso. A su llegada a Canberra, Assange agradeció al primer ministro Anthony Albanese, al embajador Kevin Rudd, y al Alto Comisionado Stephen Smith. Stella Assange, esposa de Julian, también agradeció al pueblo australiano por su apoyo y destacó la unidad en torno al caso.

Este acuerdo marca el inicio de una nueva vida para Julian Assange en su país natal, Australia, y cierra un capítulo de una historia llena de incertidumbres y luchas legales que ha durado más de una década.

Después de 14 años, Julian Assange, fundador de Wikileaks, es ciudadano libre