Una mujer de 37 años y embarazada de gemelos ha fallecido en Polonia después de que los médicos decidieran retrasarle el aborto tras perder de manera natural a los fetos. La justicia polaca está estudiando si tal negligencia médica realizada por el equipo de médico expuso a riesgos innecesarios a la mujer costándole la vida o si realmente esta fue determinante en su fallecimiento.
La mujer fue ingresada el pasado diciembre de 2021 en el hospital, en el primer trimestre del periodo de embarazo. El día 23 de ese mismo mes, tras numerosas complicaciones, perdió uno de los fetos. La mujer tuvo que cargar con el feto ya muerto durante 7 días dentro de su vientre. El segundo feto, sin embargo, lo perdió el día 31 en un "aborto espontáneo", según la clínica. Después de semejante episodio, la mujer fue trasladada a otro hospital en el que permaneció ingresada hasta su muerte el pasado martes.
En este mismo periodo, el pasado noviembre, cientos de polacos se lanzaron a las calles en manifestación para protestar contra las restrictivas leyes del aborto, vigente tras la muerte de una mujer embarazada de igual manera que en este caso, el pasado mes de septiembre. En aquella ocasión la mujer acudió al hospital tras 22 semanas de gestación por al rotura de la placenta y pérdida de líquido amniótico. pero el personal decidió esperar a certificar la muerte del feto antes de practicar un aborto. Una vez quisieron intervenir el shock séptico era inevitable.
La redacción actual de la ley en Polonia permite el aborto en caso de existir una posibilidad muy alta, que no ocurrencia de una discapacidad o enfermedad grave del feto. Pero la ley no protege en todos los casos a las madres a las cuales, por algún fallo en el embarazo puedan llegar a fallecer.
La situación actual de la legislación sobre el aborto, conocida como "compromiso sobre el aborto", se estableció en 1993. Desde entonces, ni los partidarios de liberalizar la ley ni los defensores de restringir aún más el acceso habían tenido éxito en sus esfuerzos.
