Nuevos hallazgos proporcionan criterios cuantitativos para clasificar las organizaciones sociales en la historia humana, junto con posibles variables explicativas que pueden medirse empíricamente para la antropología, la historia y la arqueología, según un estudio publicado en la revista de acceso abierto 'PLOS Complex Systems' por Kenji Itao y Kunihiko Kaneko de la Universidad de Tokio, Japón y la Universidad de Copenhague, Dinamarca (Kaneko) y el Centro RIKEN de Ciencias del Cerebro, Japón.
"Las interacciones que implican el intercambio de regalos impulsan el cambio social. Su frecuencia y extensión determinan las estructuras de la organización social", señalan los autores.
Las sociedades humanas han experimentado transiciones entre distintos tipos de organizaciones, incluidas bandas, tribus, cacicazgos y reinos. Sin embargo, aún no se han establecido caracterizaciones cuantitativas de los tipos y mecanismos de transición. Mientras tanto, los antropólogos han observado que el intercambio de regalos es frecuente en las sociedades tradicionales y que mejora el estatus social al imponer obligaciones recíprocas a los demás.
En el nuevo estudio, Itao y Kaneko presentan un modelo simple de intercambio competitivo de regalos que describe cómo los regalos aportan bienes al receptor y honor al donante, y simulan un cambio social. En particular, los autores demostraron que el intercambio competitivo de regalos genera disparidades socioeconómicas caracterizadas por distribuciones de riqueza y reputación social basadas en leyes de potencia.
Las simulaciones numéricas revelaron transiciones entre cuatro fases con diferentes formas de distribución de la riqueza y la reputación social. Las fases incluían la banda, sin disparidades económicas o sociales; la tribu, con disparidades económicas pero sin disparidades sociales; el cacicazgo, con ambas; y el reino, con disparidad económica y disparidad social débil, excepto por un caso atípico, a saber, el monarca. La aparición de fuertes disparidades se caracterizó por distribuciones de ley de potencia y se atribuyó al proceso de los ricos se vuelven más ricos. En contraste, la ausencia de tal proceso condujo a distribuciones exponenciales debido a fluctuaciones aleatorias. Además, las fases dependían de parámetros que caracterizaban la frecuencia y la escala de las interacciones de obsequios.
En otras palabras, el surgimiento de varias fases de organizaciones sociales se caracteriza cuantitativamente por la forma de las distribuciones de puntajes de riqueza y reputación. En la fase de bandas, ambas distribuciones son exponenciales. En la fase de tribu, solo la distribución de la riqueza obedece a una ley de potencia. En la fase de cacicazgo, ambas distribuciones son leyes de potencia. Y en la fase de reino, la distribución de puntajes es exponencial para todos los individuos excepto el monarca.
En general, los resultados demuestran la aparición de cuatro fases de organizaciones sociales caracterizadas por los grados de disparidades económicas y sociales. El estudio también proporciona respaldo teórico a los hallazgos empíricos de que las sociedades de bandas tienen menos desigualdad económica que las otras clases, que la presencia de desigualdad social distingue a los cacicazgos y reinos de los demás, y que los monarcas son casos atípicos en la distribución. Según los autores, su modelo constructivo, guiado por la teoría de las ciencias sociales, puede proporcionar la explicación mecanicista básica de la evolución social e integrar las teorías de las ciencias sociales.