El consejero delegado de Moderna, Stéphane Bancel, ha anunciado en una entrevista al periódico francés Le Journal du Dimanche que la vacuna de la farmacéutica estadounidense necesitará una tercera dosis “de recuerdo”, la cual se aplicaría a los ochos meses después del primer pinchazo.
Asimismo, a la vez que ha comunicado la necesidad de esta tercera dosis a largo plazo, Bancel ha confirmado que Moderna está a la espera de que la Agencia Europea del Medicamento le dé su autorización para vacunar a los adolescentes de entre 12 y 17 años, que según el consejero francés permitiría protegerse “con la inmunidad colectiva ante el riesgo de una eventual nueva ola epidémica”.
Por último, Bancel ha confirmado que la farmacéutica podría producir 3.000 millones de dosis anuales, que sumadas a las 4.000 millones que Pifzer-BioNTech tiene previsto fabricar, darían un amplio margen para continuar con la vacunación y alcanzar la famosa inmunidad de rebaño en gran parte del mundo.
Esta noticia llega justo cuando se va a cumplir un mes de que la farmacéutica Pfizer anunciara también que su vacuna contra el coronavirus necesitaría una tercera dosis de refuerzo, que en su caso se aplicaría a los doce meses -un año- después de la segunda dosis.